El día que me levanté temprano y soñé



Era una hermosa mañana en el tranquilo pueblo de Villa Esperanza. Martina, una niña curiosa y aventurera, decidió levantarse temprano para explorar el bosque cercano.

Mientras caminaba entre los árboles, Martina se encontró con una criatura mágica: un hada llamada Lucía. "¡Hola, Martina! Soy Lucía, el hada de los sueños. ¿Qué te trae por aquí tan temprano?" -le preguntó el hada con una sonrisa.

Martina, emocionada, le contó a Lucía sobre su curiosidad por el bosque y su deseo de vivir aventuras. Lucía, con sus brillantes alas de colores, le propuso a Martina realizar un viaje a través de los sueños. La niña aceptó con entusiasmo y, de repente, se encontró flotando en el aire, envuelta en destellos mágicos.

Juntas, volaron sobre paisajes increíbles, navegando entre nubes y estrellas. En sus sueños, Martina descubrió lugares fascinantes, conoció personajes fantásticos y vivió emocionantes aventuras.

Lucía le enseñó la importancia de la imaginación, el valor de la amistad y la magia de creer en uno mismo. Después de un tiempo que pareció eterno, Martina despertó en su cama con una sonrisa en el rostro.

Sabía que, aunque su aventura con Lucía había sido un sueño, podía llevar consigo todo lo vivido y aprendido. Desde ese día, Martina comenzó a ver el mundo con ojos llenos de magia y creatividad. Se convirtió en una niña valiente, dispuesta a enfrentar cualquier desafío con la sabiduría y la alegría que había encontrado en sus sueños.

Y cada noche, al acostarse, Martina cerraba los ojos con la certeza de que en sus sueños siempre encontraría nuevas enseñanzas y aventuras mágicas.

FIN.

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