El día que Rosa Parks salvó a los animales heridos



Rosa Parks, la valiente activista por los derechos civiles, decidió dar un paseo por el bosque una soleada tarde. Mientras caminaba, escuchó gemidos y llantos provenientes de un claro cercano.

Al acercarse, descubrió a varios animales heridos: un conejito con una patita rota, un pajarito con un ala herida y un zorrito con una herida en la pata. Sin dudarlo, Rosa se arremangó la camisa y comenzó a cuidar a los indefensos animales.

"Tranquilos, amiguitos, voy a cuidarlos y curar sus heridas", les dijo con cariño. Con destreza y cuidado, les vendó las heridas y los arropó con hojas para mantenerlos calentitos. Justo cuando terminaba de atenderlos, escuchó ruidos de leñadores acercándose al bosque.

Decidió esconder a los animales, llevándolos a un refugio seguro. "Tranquilos, pronto estarán a salvo", les susurró. Con astucia, logró alejar a los leñadores de la zona, permitiendo que los animales se recuperaran.

Sin poder creer lo que había presenciado, los animales la rodearon y le agradecieron con sus sonidos alegres. La valentía y bondad de Rosa inspiraron a todos, recordándonos que pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en el mundo.

FIN.

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