El día soleado del director Oscar en el colegio Sallacucho
El director Oscar del colegio Sallacucho se levantó una mañana soleada con una gran sonrisa en su rostro. Sabía que iba a ser un día especial en el colegio, ya que la feria de ciencias iba a tener lugar.
Oscar se puso su mejor traje y corbata, y se apresuró a llegar al colegio para asegurarse de que todo estuviera en orden. Al llegar, vio a los maestros y estudiantes trabajando juntos para montar sus proyectos para la feria.
"Buenos días, maestros y estudiantes. ¿Están listos para la feria de ciencias?", preguntó Oscar con entusiasmo. Todos respondieron emocionados que sí. Mientras recorría el colegio, Oscar notó que un grupo de estudiantes estaba luchando por terminar su proyecto.
Eran Tomás, Sofía y Mateo, quienes estaban tratando de construir un volcán que entrara en erupción. "Hola chicos, ¿necesitan ayuda con algo?", les preguntó Oscar con una sonrisa.
Los estudiantes asintieron y le explicaron que no podían hacer que el volcán funcionara. Oscar se sentó con ellos y juntos revisaron el proyecto, identificando el problema y encontrando la solución. "¡Lo logramos! Gracias, director Oscar", exclamaron los estudiantes emocionados.
Llegó la hora de la feria de ciencias y todos los proyectos estaban listos para ser presentados. Los padres y demás estudiantes quedaron impresionados con la creatividad y el esfuerzo de todos.
Oscar se sentía orgulloso de su colegio y de cómo habían trabajado juntos para hacer que la feria de ciencias fuera un éxito. Al final del día, Oscar reunió a todos en el patio del colegio. "Hoy hemos demostrado que cuando trabajamos juntos, podemos lograr grandes cosas.
Cada uno de ustedes es un científico en potencia y estoy muy orgulloso de todos. ¡Felicidades por un día increíble!", dijo Oscar con emoción. Los estudiantes celebraron con aplausos y risas, sabiendo que habían hecho algo extraordinario.
Esa noche, Oscar se acostó con una gran sonrisa, sabiendo que el día soleado en el colegio Sallacucho había sido realmente especial.