El diario de la abuela



Había una vez una niña llamada Sofía que vivía con su abuela, Doña Marta. Lamentablemente, la abuela era muy malvada y siempre trataba mal a Sofía.

Le gritaba, le decía cosas feas y nunca le permitía jugar o divertirse. Un día, algo inesperado sucedió: Doña Marta falleció repentinamente. Aunque para muchos esto podría haber sido un alivio, para Sofía fue el comienzo de una nueva pesadilla.

El espíritu de su abuela parecía perturbarla y molestarla aún más después de su muerte. La sombra de Doña Marta se aparecía en las noches oscuras, haciendo ruidos extraños y moviendo objetos por toda la casa. Sofía estaba asustada y no sabía qué hacer.

Sus padres intentaban consolarla diciéndole que todo era producto de su imaginación, pero ella sabía que algo extraño estaba ocurriendo. Un día, mientras jugaba sola en su habitación, Sofía desapareció misteriosamente sin dejar rastro alguno.

Sus padres entraron en pánico y buscaron por todas partes sin éxito alguno. La noticia llegó a oídos del detective González, un hombre valiente conocido por resolver casos misteriosos. El detective González comenzó a investigar el extraño caso de la desaparición de Sofía.

Recorrió cada rincón de la casa buscando pistas que lo guiaran hacia ella. Fue entonces cuando encontró un viejo diario escondido debajo del colchón de la cama de Sofía.

En el diario había escritos de Doña Marta, donde confesaba su maldad y cómo había tratado a Sofía durante todos esos años. También mencionaba que temía que el espíritu de la abuela se apoderara de su nieta después de su muerte.

El detective González se dio cuenta de que el espíritu de Doña Marta estaba atormentando a Sofía porque no había encontrado la paz en vida. Decidió buscar ayuda en una amiga suya, la señora Mercedes, quien era conocida por ser una experta en asuntos paranormales.

La señora Mercedes llegó a la casa con sus herramientas especiales y comenzó a realizar un ritual para liberar el espíritu atrapado.

Pidió perdón en nombre de Doña Marta y le recordó lo importante que era encontrar la paz y dejar descansar a los vivos. De repente, Sofía apareció en medio del círculo que formaban el detective González y la señora Mercedes. Estaba asustada pero aliviada al mismo tiempo. Habían logrado liberarla del tormento del espíritu de su abuela.

A partir de ese día, Sofía vivió feliz junto a sus padres sin más apariciones o perturbaciones sobrenaturales. Aprendió la importancia del perdón y cómo superar las dificultades incluso cuando parecen insuperables.

El detective González siguió resolviendo casos misteriosos, pero siempre recordaría aquel extraño caso donde encontró una niña valiente dispuesta a enfrentarse a sus miedos más oscuros y encontrar la felicidad verdadera. Y así termina esta historia llena de giros inesperados y enseñanzas importantes.

Una historia que nos recuerda que, incluso en los momentos más difíciles, siempre hay esperanza y la posibilidad de encontrar la felicidad.

FIN.

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