El diario del bosque


Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos, una niña llamada Sofía. Ella era muy curiosa y siempre quería saber más sobre el mundo que la rodeaba.

Un día, mientras caminaba por el bosque con su perro Max, encontró un libro antiguo abandonado en el suelo. Sofía tomó el libro y lo abrió. Era un diario escrito por alguien que había vivido hace muchos años en ese mismo pueblo.

La niña leyó cada página con atención y descubrió historias increíbles sobre los habitantes del lugar. - ¡Max! - exclamó emocionada - ¡Este libro es genial! Aquí hay muchas cosas que yo no sabía. Quiero conocer a todas estas personas.

Pero para eso tenía que encontrarlas primero. Así que decidió ir casa por casa preguntando a los vecinos si conocían a alguien de las historias del diario.

La primera persona a la que visitó fue Doña Rosa, una anciana amable y sabia. - ¿Conoce usted a Don Francisco? - preguntó Sofía mostrándole el diario. - Claro hija mía, él fue mi esposo durante muchos años antes de partir al cielo - respondió Doña Rosa sonriendo tiernamente.

Sofía estaba fascinada con las historias de Don Francisco contadas por Doña Rosa y decidió seguir buscando al resto de las personas mencionadas en el diario.

En su búsqueda se topó con varios obstáculos e incluso algunos peligros como cruzar un río caudaloso o enfrentarse a animales salvajes. Pero nada detenía la curiosidad de Sofía quien seguía adelante sin miedo. Finalmente, después de mucho esfuerzo y perseverancia, encontró a todas las personas del diario.

Algunas ya eran muy mayores y otras habían fallecido pero Sofía aprendió muchas lecciones valiosas sobre la vida, la amistad y el amor.

- ¡Gracias por enseñarme tanto! - dijo Sofía al regresar a su casa con Max - Ahora sé que siempre hay algo nuevo que aprender en este mundo si uno se lo propone. Desde ese día, Sofía se convirtió en una persona más sabia y respetada entre sus vecinos.

Y aunque nunca volvió a encontrar un libro tan especial como aquel diario antiguo, ella seguía preguntándose todo lo que quería saber para seguir aprendiendo cada día más.

Dirección del Cuentito copiada!