El Diario Mágico de Mollie



Había una vez una niña llamada Mollie que vivía en un pequeño pueblo. Mollie era una niña muy especial, siempre tenía una sonrisa en su rostro y alegraba a todos los que la rodeaban con su dulzura.

Un día, Mollie cumplió años y sus amigos decidieron sorprenderla cantándole el feliz cumpleaños. Fue un momento mágico, lleno de risas y felicidad. Sin embargo, al día siguiente, cuando despertó por la mañana, volvieron a cantarle el feliz cumpleaños.

Mollie se quedó perpleja. "¿Por qué me están cantando otra vez el feliz cumpleaños?" se preguntó ella misma. Pero decidió disfrutar del momento y agradecerles a sus amigos por tan lindo gesto.

Los días pasaron y cada mañana Mollie despertaba con el dulce sonido del feliz cumpleaños resonando en su habitación. Al principio le parecía divertido, pero luego empezó a sentirse confundida y cansada de escucharlo todos los días.

Un día, mientras caminaba por el parque con su amiga Luna, le contó lo que estaba pasando. "-Luna, no entiendo por qué me siguen cantando el feliz cumpleaños todos los días.

"Luna pensó durante unos segundos antes de responder: "-Mollie, tal vez tus amigos quieren recordarte lo especial que eres para ellos todos los días del año. "Mollie reflexionó sobre las palabras de Luna y decidió darle una oportunidad al canto del feliz cumpleaños diario.

A medida que pasaban los días, Mollie comenzó a darse cuenta de lo afortunada que era de tener amigos tan cariñosos y dedicados. Sin embargo, un día algo inesperado sucedió. Mollie despertó y no escuchó el feliz cumpleaños. Se sintió triste y confundida.

Corrió hacia la casa de sus amigos para preguntar qué estaba pasando. Al llegar, vio a todos sus amigos reunidos en el jardín, preparando una gran sorpresa para ella. "-¡Feliz cumpleaños, Mollie!" gritaron todos a coro. Mollie se emocionó hasta las lágrimas.

"-¿Por qué me cantan hoy el feliz cumpleaños?" preguntó entre sollozos.

Sus amigos sonrieron y uno de ellos explicó: "-Mollie, hemos estado cantándote el feliz cumpleaños todos los días porque queríamos recordarte cuánto te queremos y cuán importante eres para nosotros. Pero hoy es tu verdadero cumpleaños, así que queríamos hacerlo especial. "Mollie abrazó a cada uno de sus amigos con gratitud en su corazón.

Aprendió que cada día puede ser especial si lo vivimos con amor y gratitud por las personas que nos rodean. Desde ese día, Mollie nunca más se cansó del feliz cumpleaños diario, porque sabía que era una muestra del amor incondicional de sus amigos.

Y así fue como Mollie descubrió la importancia de valorar cada momento y apreciar a quienes están siempre ahí para alegrarnos la vida. Y colorín colorado, esta historia ha terminado... ¡pero la amistad eterna de Mollie continuará!

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!