El dibujo de Carla



Carla era una niña muy creativa, siempre estaba inventando algo nuevo. Un día, mientras su mamá cocinaba en la cocina, Carla decidió que quería hacer un dibujo en la pared de su habitación.

Con sus marcadores de colores en mano, Carla comenzó a dibujar un hermoso paisaje lleno de flores y árboles. Cuando terminó se quedó admirando su obra. Pero cuando miró hacia abajo, se dio cuenta de que había manchado el piso con los marcadores.

Asustada por lo que podría pasar si su mamá descubría lo que había hecho, Carla intentó limpiar las manchas del piso sin éxito. Finalmente decidió contarle a su mamá lo que había pasado.

"Mamá, tengo algo para decirte", dijo Carla con voz temblorosa. "¿Qué pasa mi amor?", preguntó la mamá preocupada. "Pinté la pared con mis marcadores y también manché el piso", confesó Carla apenada.

La mamá de Carla se sorprendió al principio pero luego sonrió y le dijo:"Carla, tu dibujo es hermoso. Me encanta ver cómo usas tu creatividad para expresarte". Carla no podía creer lo que acababa de escuchar.

Esperaba ser reprendida por haber ensuciado la casa pero en cambio recibió palabras llenas de amor y apoyo de parte de su mamá. La mamá ayudó a Carla a limpiar el piso y juntas admiraron el dibujo en la pared durante varios minutos más antes de irse a dormir esa noche.

Al día siguiente cuando volvieron a entrar en la habitación notaron algo extraño. El dibujo que Carla había hecho era diferente, había algo nuevo en él. "¿Qué pasó aquí?", preguntó Carla sorprendida.

"Me di cuenta de que tu dibujo necesitaba un toque más", respondió la mamá sonriendo. La mamá de Carla había agregado una mariposa al paisaje de su hija y el resultado era aún más hermoso que antes.

Carla aprendió una gran lección ese día: no hay nada malo en ser creativo y expresarse a través del arte. Y cuando lo haces con amor y pasión, puedes inspirar a otros a hacer lo mismo.

FIN.

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