El dilema de Andrea y el McDonalds

Andrea estaba emocionada porque era su primer día de clases en la facultad. Antes de salir de casa, su mamá le preparó un delicioso desayuno para que tuviera energía durante todo el día.

Sin embargo, en el camino a la facultad, Andrea pasó frente a un McDonald's y el delicioso olor a papas fritas y hamburguesas la hizo sentir hambre de repente. "¡Mamá, podríamos parar un ratito en el McDonald's para comprar algo?", preguntó Andrea con ojitos brillantes.

"Andrea, recuerda que te preparé un desayuno muy nutritivo para que tengas energía todo el día. Comer comida chatarra no es la mejor opción para tu salud", respondió su mamá con cariño.

Andrea entendió el mensaje de su mamá, pero la tentación del McDonald's seguía en su mente durante toda la mañana. Al llegar al mediodía, sus compañeros de clase propusieron ir a almorzar a un lugar cercano. Sorprendentemente, propusieron ir a un restaurante de comida saludable.

Andrea se sintió aliviada al saber que podía disfrutar de una comida deliciosa y nutritiva. A partir de ese día, Andrea dio prioridad a su alimentación saludable, pero de vez en cuando se permitía un gustito en el McDonald's, siempre con moderación.