El director de la escuela Ariel y los problemas de goteras



En la escuela Ariel, el director, el señor Rodríguez, se enfrentaba a una situación complicada: el techo del salón de actos comenzó a filtrar agua por todas partes. La lluvia había causado estragos, y el director estaba preocupado por la seguridad de los niños y la integridad del edificio.

El director convocó a una reunión de emergencia con los maestros y personal administrativo para buscar una solución al problema. "Tenemos que encontrar una forma de arreglar estas goteras lo más pronto posible. Necesitamos proteger a nuestros alumnos y evitar que el edificio sufra más daños", expresó el director con preocupación. Los maestros asintieron, conscientes de la gravedad de la situación, y se dispusieron a buscar opciones para resolver el dilema.

Mientras tanto, Ariel, un niño curioso y astuto, escuchaba la conversación desde la puerta entreabierta. Decidido a ayudar, se acercó tímidamente al director. "Señor director, tengo una idea para solucionar las goteras. En casa, mi papá usó un método muy ingenioso para reparar nuestro techo cuando también tenía filtraciones. Podríamos intentarlo aquí también", propuso Ariel con entusiasmo. El director, sorprendido por la iniciativa del niño, asintió con interés y le pidió que explicara su idea.

Ariel explicó su plan detalladamente, y el director decidió ponerlo en práctica. Juntos, reunieron los materiales necesarios y, con la ayuda de los maestros y algunos padres voluntarios, se dispusieron a arreglar el techo. A pesar de las dificultades, trabajaron arduamente y con determinación. Finalmente, después de un día entero de trabajo, lograron detener las filtraciones y reparar el techo por completo.

El esfuerzo colaborativo y la creatividad de Ariel habían logrado resolver el problema de las goteras. El director, orgulloso y agradecido, decidió reconocer la valiosa contribución de Ariel ante toda la escuela, resaltando la importancia de trabajar juntos y fomentar la participación activa de los niños en la resolución de problemas.

Desde ese día, la escuela Ariel promovió la participación de los estudiantes en la resolución de desafíos, demostrando que, con ingenio, esfuerzo y colaboración, cualquier problema puede ser superado.

FIN.

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