El Doctor Feliz



Había una vez un doctor muy inteligente llamado Roberto. Él dedicaba su vida entera a estudiar el cerebro humano y cómo funcionaba la mente.

Siempre estaba buscando nuevas maneras de ayudar a las personas que tenían problemas para concentrarse o recordar cosas importantes. Un día, después de muchos años de investigación, Roberto hizo un descubrimiento sorprendente.

Había encontrado una cura para el estado de conciencia alterada, algo que podría ayudar a muchas personas a recuperar sus mentes y sus vidas normales. -¡Lo logré! -exclamó Roberto emocionado mientras saltaba en su laboratorio-. ¡He encontrado la cura! Roberto se apresuró a probar la cura en sí mismo y rápidamente comenzó a sentirse mejor.

Su mente estaba más clara que nunca antes y podía pensar con mucha más claridad. Pero algo extraño comenzó a pasar después de algunos días. Roberto empezó a tener alucinaciones extrañas y pensamientos confusos.

Se sentía cada vez más loco cada día que pasaba. -¿Qué está pasando? -se preguntaba Roberto mientras se agarraba la cabeza con las manos-. ¿Por qué me siento así? Roberto no sabía qué hacer. Intentó eliminar los efectos secundarios pero nada parecía funcionar.

Comenzó a temer por su salud mental. Un día, mientras caminaba por el parque tratando de despejar su mente, encontró a un grupo de niños jugando juntos. -Hola chicos -dijo Roberto acercándose-.

¿Qué están haciendo? -Estamos jugando al fútbol -respondió uno de los niños sonriendo-. ¿Quieres unirte a nosotros? Roberto dudó al principio, pero después de pensarlo un poco decidió unirse. Mientras jugaba con los niños, se dio cuenta de que su mente estaba más clara que nunca antes.

De repente, una idea brillante lo golpeó. La cura que había descubierto no era para ser tomada en forma de píldora o inyección.

La verdadera cura era hacer cosas simples y divertidas como jugar al fútbol con amigos o disfrutar del aire libre. Roberto se sintió feliz y emocionado por haber encontrado la respuesta correcta.

Se dedicaría a ayudar a las personas a recuperar sus mentes sanas y felices mediante la promoción del juego y la actividad física. Desde ese día en adelante, Roberto se convirtió en el "Doctor Feliz", viajando por todo el mundo para enseñar a las personas cómo vivir una vida saludable y feliz sin tener que depender de medicamentos peligrosos.

Y así, gracias a su experiencia cercana con la locura, Roberto encontró su verdadero propósito en la vida: ayudar a los demás a encontrar la felicidad dentro de sí mismos.

FIN.

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