El don especial de Tomás

Había una vez un niño llamado Tomás, a quien le encantaba jugar con rompecabezas y armar juegos. Pasaba horas dibujando niveles para sus videojuegos favoritos, siempre con una sonrisa en su rostro.

A Tomás no le gustaba la oscuridad, pero no porque le tuviera miedo, sino porque prefería ver todos los colores brillantes que lo rodeaban. Un día, mientras Tomás estaba en el parque jugando con su rompecabezas favorito, se acercó a él un hada pequeñita y brillante.

El hada le dijo a Tomás que tenía un don muy especial: la creatividad. Le explicó que podía usar su imaginación para crear cosas maravillosas y que eso lo hacía único.

Tomás estaba emocionado al descubrir su don especial y decidió ponerlo en práctica de inmediato. Comenzó a diseñar nuevos niveles para sus videojuegos y sorprendió a todos con su talento.

Sus amigos quedaron fascinados con las historias que Tomás creaba y cómo las plasmaba en sus dibujos. Un día, mientras Tomás celebraba su cumpleaños número ocho, pidió como regalo un gran pastel de chocolate.

A él le encantaba comer pastel y sabía que ese día sería aún más especial si podía disfrutar de su postre favorito. "¡Feliz cumpleaños, Tomás!", exclamaron todos sus amigos mientras llegaba el momento de soplar las velas del pastel. Pero justo cuando iba a hacerlo, las luces se apagaron de repente.

Todos quedaron en silencio por un momento, hasta que escucharon la voz de Tomás:"Tranquilos chicos, ¡yo tengo una linterna en mi mochila! Así podremos seguir celebrando". Tomás sacó la linterna y la encendió, iluminando todo el lugar con una luz cálida y tenue.

La fiesta continuó como si nada hubiera pasado, y todos disfrutaron del delicioso pastel de chocolate preparado especialmente para Tomás.

Desde ese día, Tomás supo que no importaba si las luces se apagaban o si algo parecía difícil; siempre encontraría una solución gracias a su creatividad y valentía. Y así fue como el pequeño Tomás descubrió que ser diferente era algo hermoso y lleno de oportunidades para brillar como nunca antes lo había hecho.