El dragón Arcoíris y la aventura en la selva



Lara, Patri, Nati, Jose y su mamá se encontraban en la selva preparando una fiesta sorpresa para el cumpleaños de Jose. Estaban decorando con globos y guirnaldas cuando de repente, la tierra comenzó a temblar.

Un terremoto sacudió el suelo bajo sus pies y los árboles se sacudían violentamente. -¡Mamá, ¿qué está pasando? ! , gritaba Lara asustada mientras intentaba mantenerse en pie. Jose abrazaba a su mamá con fuerza mientras el terremoto parecía no tener fin.

De repente, entre el caos y la confusión, un dragón gigante apareció volando sobre sus cabezas. Pero para sorpresa de todos, este no era un dragón malvado; tenía escamas brillantes y una mirada amable que transmitía paz.

El dragón les habló con voz suave: "No teman, pequeños amigos. He venido a llevarlos a un lugar seguro".

Sin dudarlo, los cinco se subieron al lomo del dragón que desplegó sus alas y los elevó por encima de la selva. Mientras volaban hacia lo desconocido, Lara preguntó tímidamente: "-¿Quién eres tú?". El dragón sonrió bondadoso y respondió: "-Soy Arcoíris, guardián de la alegría y la esperanza".

Después de un rato de vuelo tranquilo, llegaron a un arcoiris resplandeciente que parecía hecho de pura magia. Al posarse sobre él, descubrieron maravillados que no solo era hermoso a la vista sino también increíblemente suave al tacto. Patri exclamó emocionada: "-¡Es como algodón de azúcar!".

Mientras Nati reía feliz diciendo: "-¡Nunca había sentido algo así antes!". Arcoíris les explicó que ese arcoiris especial tenía el poder de sanar corazones afligidos y renovar energías agotadas.

Les recordó lo importante que es mantener viva la esperanza incluso en medio de las dificultades. Jose miraba maravillado a su mamá y le dijo con cariño: "-Gracias por estar siempre con nosotros". Todos se abrazaron sintiendo una profunda conexión entre ellos.

Finalmente, Arcoíris los llevó de regreso a casa sano y salvos.

La experiencia vivida aquel día los marcó para siempre; aprendieron que incluso en los momentos más oscuros hay luz al final del camino si mantenemos viva la fe en nosotros mismos y en aquellos que nos rodean. Desde entonces, cada vez que veían un arcoiris en el cielo recordaban aquella aventura extraordinaria junto al bondadoso dragón llamado Arcoíris; sabiendo que juntos podían superar cualquier desafío que se les presentara en el futuro.

Y así fue como esa inesperada experiencia fortaleció aún más el vínculo familiar entre Lara, Patri, Nati, José y su amorosa mamá.

FIN.

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