El dragón bondadoso



Había una vez un pequeño pueblo llamado Villa Armonía, donde vivían personas de todas las edades y profesiones. En ese lugar, también habitaba un imponente dragón llamado Fuego Azul.

Aunque Fuego Azul era temido por los aldeanos debido a su apariencia feroz, en realidad tenía un corazón amable y deseaba ser aceptado. Un día, mientras volaba sobre el pueblo, Fuego Azul escuchó una conversación entre dos niños que jugaban en el campo.

Eran Lucas y Sofía, quienes hablaban sobre los dragones. "Dicen que los dragones son peligrosos y malvados", dijo Lucas con voz temblorosa. "No creo eso", respondió Sofía. "Creo que solo necesitan amor y respeto". Estas palabras resonaron en el corazón de Fuego Azul.

Decidió acercarse a ellos para demostrarles que no todos los dragones eran como se decía. Al día siguiente, mientras Lucas y Sofía jugaban cerca del río, escucharon un fuerte rugido.

Ambos miraron hacia arriba para ver a Fuego Azul volando majestuosamente hacia ellos. -¡No te preocupes! -dijo Sofía tranquilizando a Lucas-. Sé valiente y respétalo. Fuego Azul descendió suavemente hasta quedar frente a los niños. Con mucho cuidado extendió sus garras hacia ellos para saludarlos.

-Hola chicos -dijo con voz profunda pero amigable-. Me llamo Fuego Azul ¿Puedo jugar con ustedes? Los ojos de Lucas se abrieron como platos al ver al enorme dragón tan cerca de él, pero Sofía le recordó la importancia del respeto.

-Claro que sí, Fuego Azul. Será un honor tener tu compañía. A partir de ese día, Fuego Azul se convirtió en el amigo más cercano de Lucas y Sofía.

Juntos exploraban el bosque, volaban por los campos y compartían muchas aventuras emocionantes. Sin embargo, no todos los aldeanos estaban contentos con esta amistad inusual. Decidieron organizar una reunión para discutir qué hacer con el dragón.

Al enterarse de esto, Lucas y Sofía decidieron hablar en defensa de su amigo. Cuando llegó el día de la reunión, Lucas y Sofía subieron al escenario frente a todos los aldeanos. -Señoras y señores -dijo Lucas con voz firme-. Queremos pedirles que reconsideren su opinión sobre Fuego Azul.

Él es un ser amable y noble que solo quiere ser aceptado y querido por todos nosotros. Sofía continuó: -Es importante recordar que todas las criaturas merecen respeto independientemente de cómo se vean o lo diferentes que sean a nosotros.

Si damos una oportunidad a Fuego Azul, veremos cuán valioso puede ser para nuestra comunidad. Los aldeanos guardaron silencio durante unos momentos antes de aplaudir en reconocimiento a las palabras sabias de los niños.

Se dieron cuenta de que habían juzgado precipitadamente a Fuego Azul sin conocerlo realmente. Desde aquel día, Villa Armonía abrazó la presencia del dragón como parte integral del pueblo.

Los niños aprendieron la importancia del valor y el respeto hacia todas las criaturas vivientes, y los adultos siguieron su ejemplo. Fuego Azul se convirtió en el guardián del pueblo, protegiendo a todos sus habitantes con su fuerza y coraje.

Pero lo más importante, enseñó a todos que el respeto y la aceptación son fundamentales para vivir en armonía.

Y así, gracias a la amistad entre Fuego Azul y los valientes niños Lucas y Sofía, Villa Armonía se convirtió en un lugar donde reinaba el amor y el respeto hacia todas las criaturas mágicas y seres humanos por igual.

FIN.

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