El dragón de la torre encantada
Había una vez en un reino lejano, una torre encantada custodiada por un temible dragón. Muchos valientes intentaron liberar la torre, pero ninguno volvió. Un día, llegó al reino un joven llamado Martín. Él era diferente a los demás: en lugar de llevar una espada, llevaba consigo un libro y una flauta.
"Martín, ¿estás loco? ¿Cómo pretendes enfrentarte al dragón con un libro y una flauta?", se burlaban los aldeanos.
"El conocimiento y la música son armas más poderosas que una espada", respondía Martín con determinación.
Decidido a liberar la torre, Martín se acercó al dragón tocando una dulce melodía en su flauta. El dragón, en lugar de atacarlo, comenzó a escuchar atentamente su música. Martín aprovechó ese momento para recitar pasajes de su libro, compartiendo historias maravillosas y palabras de amistad.
El dragón, conmovido por las historias y la música, reveló que su deber era proteger la torre de aquellos con intenciones malignas. Martín le explicó que él solo buscaba liberar a la princesa capturada en la torre, y que no tenía malas intenciones.
Impresionado por la valentía y la bondad de Martín, el dragón accedió a ayudarlo. Juntos idearon un plan para liberar a la princesa sin recurrir a la violencia. Trabajando en equipo, lograron engañar al malvado mago que mantenía a la princesa prisionera y liberarla.
La princesa, agradecida, les prometió que la torre nunca más estaría custodiada por un dragón, y que en adelante sería un lugar de conocimiento y aprendizaje para todos. El dragón, Martín y la princesa se convirtieron en grandes amigos y juntos enseñaron a su reino la importancia de la amistad, la comprensión y el trabajo en equipo.
FIN.