El dragón de Villa Verde
Había una vez un pequeño pueblo en lo más profundo del bosque, llamado Villa Verde. En este lugar, todos los habitantes vivían en armonía con la naturaleza y se preocupaban por cuidar el medio ambiente.
Un día, mientras los niños jugaban cerca del río, escucharon un extraño ruido proveniente de una cueva cercana. Todos se acercaron para investigar y descubrieron que dentro de la cueva había un huevo enorme y brillante.
¡Era un huevo de dragón! Los niños emocionados corrieron hacia el pueblo para contarle a todos sobre su hallazgo. Los adultos no podían creerlo, nunca antes habían visto algo así en Villa Verde.
Decidieron llamar al experto en criaturas mágicas del pueblo vecino para que viniera a examinar el huevo. El experto llegó rápidamente y confirmó que era cierto: el huevo contenía a un bebé dragón esperando nacer. Todos estaban maravillados y ansiosos por ver al nuevo miembro de su comunidad.
Pasaron varios días llenos de expectativa hasta que finalmente el cascarón empezó a romperse y Draco, el pequeño dragón verde, salió al mundo. Era hermoso con sus escamas brillantes y ojos curiosos.
Draco fue recibido con alegría por todos los habitantes de Villa Verde. Lo alimentaban con frutas frescas y le enseñaron todo sobre cómo cuidar del bosque.
Aprendió a volar alto entre los árboles, a proteger las plantas y animales del peligro e incluso hizo amigos entre los demás animales mágicos del bosque. Pero un día, mientras Draco exploraba una cueva oscura, se encontró con un grupo de cazadores furtivos que querían capturarlo y venderlo como mascota exótica.
Draco, valiente y decidido a proteger su hogar, decidió enfrentarse a ellos. "¡Alto ahí!" -gruñó Draco con voz firme. Los cazadores quedaron sorprendidos al ver al pequeño dragón hablar y no sabían cómo reaccionar.
Pero Draco no les dio tiempo para pensar y lanzó llamas de fuego hacia ellos para asustarlos. Los cazadores huyeron despavoridos, aprendiendo así la lección de que el respeto por la naturaleza es fundamental. Draco regresó triunfante a Villa Verde, donde todos lo felicitaron por su valentía.
A partir de ese momento, los habitantes del pueblo se dieron cuenta de que tenían en Draco a un verdadero protector del bosque. A medida que pasaba el tiempo, Draco creció fuerte y sabio.
Se convirtió en el guardián oficial del bosque y enseñó a los jóvenes del pueblo sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y proteger las especies en peligro de extinción.
Villa Verde se volvió conocida en todo el mundo por su compromiso con la naturaleza gracias a las historias inspiradoras sobre Draco el dragón verde. El bosque floreció aún más bajo su cuidado y los animales vivieron felices junto a él.
Y así, gracias al nacimiento de Draco el dragón, Villa Verde se convirtió en un ejemplo para otros pueblos sobre cómo vivir en armonía con la naturaleza y proteger nuestro hogar, el planeta Tierra.
FIN.