El Dragón del Bosque Encantado
Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de un frondoso bosque encantado, un grupo de valientes niños que se llamaban Martín, Sofía y Juan.
Todos los habitantes del pueblo contaban historias sobre un temible dragón que vivía en lo más profundo del bosque, sembrando el terror entre los lugareños. Los niños, desafiando el miedo, decidieron emprender una valiente aventura para enfrentarse al dragón y liberar al bosque de su influjo de terror.
"¿Han escuchado las historias del dragón que habita en el bosque encantado?", preguntó Martín a sus amigos. "Sí, pero no debemos tener miedo. Juntos podemos vencer cualquier peligro", respondió Juan con determinación.
Así, equipados con sus espadas de madera y sus capas improvisadas, los tres amigos se adentraron en el misterioso bosque. Con cada paso, el temor los invadía, pero el compañerismo los mantenía firmes en su propósito. De repente, un ruido estremecedor retumbó en el bosque y, entre los árboles, apareció el imponente dragón.
Su aliento de fuego y sus afiladas garras infundían terror en el corazón de los valientes niños. "¡No podemos retroceder! Debemos enfrentarlo juntos", exclamó Sofía con voz firme.
Con valentía, los tres amigos se abalanzaron sobre el dragón, esquivando sus llamaradas y empleando toda su astucia para encontrar su punto débil. Tras una intensa batalla, el dragón finalmente cayó derrotado, liberando al bosque de su influencia malévola. Los valientes niños habían demostrado que, unidos y con valentía, podían superar cualquier temor.
Desde ese día, el bosque encantado se convirtió en un lugar lleno de paz, donde los niños jugaban y se divertían libremente, siempre recordando la valentía y la amistad que los había llevado a vencer al temible dragón.
FIN.