El dragón del lago encantado




Había una vez en un reino lejano un hermoso lago encantado donde vivía un majestuoso dragón. Este no era un dragón malvado, sino que amaba cuidar y proteger la naturaleza. La tranquilidad del lago se vio amenazada por un malvado caballero que quería apoderarse de él y convertirlo en su propio dominio. La valiente princesa del reino, junto a su fiel caballo, emprendió un viaje para detener al caballero y salvar el lago. En su travesía, se encontraron con una bruja buena que les ofreció su ayuda.

-“Princesa, necesitamos un plan para detener al caballero y proteger el lago”, dijo la bruja.

La princesa, asombrada por la amabilidad de la bruja, aceptó su ayuda y juntas idearon un plan. Mientras tanto, el caballero malvado había logrado llegar al lago y despertar al dragón de su sueño.

-“¡Dragón, postrémonos ante mi poder! ”, gritó el caballero.

El dragón, enfurecido por la intrusión, desplegó sus alas y lanzó un potente rugido que hizo temblar la tierra. La princesa y la bruja, desde lejos, observaban la situación con preocupación. Sin embargo, con astucia y valentía, lograron distraer al caballero mientras el dragón tomaba aliento para lanzar fuego.

-“¡Alto! ”, gritó la princesa. “No tienes por qué destruir este hermoso lago. El verdadero poder está en proteger y cuidar, no en destruir”.

El caballero, sorprendido por las palabras de la princesa, reflexionó sobre sus acciones y decidió detener su ataque. El dragón, conmovido por la valentía de la princesa y la sabiduría de la bruja, se unió a ellas para restaurar la paz en el lago. Juntos, limpiaron las aguas y plantaron flores alrededor, devolviendo al lugar su esplendor natural. Desde entonces, el dragón, la princesa, el caballero y la bruja se convirtieron en grandes amigos, protegiendo el lago encantado y ayudando a quienes lo rodeaban.

FIN.

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