El Dragón del Patio



Era un día soleado en la Escuela Primaria Esperanza y todos los chicos estaban ansiosos por salir al recreo. En el patio, Juan, una de las criaturas más curiosas del grupo, preguntó:

"¿Alguna vez escucharon la leyenda del dragón que vive en la montaña?"

"Sí, es un cuento viejo de la abuela de Lucas", respondió María.

"Dicen que cuida de un tesoro escondido", agregó Lucas con ojos brillantes.

"Pero, ¿y si no es solo una leyenda?" se aventuró a decir Sofía.

Mientras conversaban, un fuerte viento comenzó a soplar, y las hojas del árbol leyenda comenzaron a bailar como si tuvieran vida propia. De repente, un torbellino de colores brillantes apareció en el centro del patio, y ante la mirada atónita de los alumnos, un pequeño dragón de escamas relucientes emergió del viento.

"¡Hola! Soy Dracón, el dragón del patio!" dijo el dragón con voz amistosa.

"¡No puede ser! ¡Es real!" gritó Juan.

"¿Por qué estás aquí?" preguntó María, aún incrédula.

Dracón sonrió y contestó:

"Vine a ayudar. Necesito encontrar un sitio donde pueda guardar mi tesoro, pero me falta asistencia para entender algunas cosas del mundo humano."

Los chicos, fascinados por la idea de ser amigos de un dragón, decidieron ayudarlo. Dracón explicó que su tesoro no era oro ni joyas, sino un libro mágico lleno de sabiduría y recetas mágicas para cuidar el medio ambiente.

"Todo en este libro es para ayudar a la naturaleza, pero los adultos no siempre escuchan a los dragones como yo", dijo Dracón.

Decididos a ayudar, los chicos se reunieron por grupos y comenzaron a trabajar en un plan.

"Podemos hacer una obra de teatro en la escuela para contarle a todos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y lo que Dracón necesita", sugirió Sofía.

"Sí, podemos hacer carteles y hacer un día especial en el que la gente pueda escuchar el mensaje de Dracón", dijo Lucas.

Los días siguientes, trabajaron duro en su obra. Dracón les enseñó cómo reciclar, plantar árboles y cuidar a los animales.

"¿Saben que si plantamos un árbol, ayudamos a limpiar el aire?" preguntó Dracón con entusiasmo.

"¡Sí! Y las plantas son nuestro mejor aliado!" respondieron todos.

Finalmente, llegó el día de la obra de teatro. Los alumnos estaban nerviosos pero emocionados. Cuando llegó el momento de presentar, Dracón apareció en el escenario ante toda la escuela.

"¡Hola a todos! Soy Dracón, y hoy les hablaré sobre un tesoro diferente, el tesoro de nuestro planeta."

Los chicos comenzaron a actuar y a contar historias sobre la importancia de cuidar la Tierra, reciclar y plantar árboles. Al final de la presentación, todos aplaudieron con entusiasmos y muchos de sus compañeros comenzaron a hacer preguntas.

"¿Podemos ayudar a plantar un árbol en el parque?" preguntó un niño.

"¡Claro! Es una gran idea!" dijo Dracón.

A partir de ese día, los alumnos decidieron crear un club de amigos de la naturaleza en la escuela. Organizaron actividades mensuales para limpiar el patio, reciclar, y plantar árboles en el vecindario. El dragón fue su inspiración y desde entonces, cada vez que veían a Dracón, sabían que hacer del mundo un lugar mejor era, en realidad, el verdadero tesoro.

Y así, la Escuela Primaria Esperanza se convirtió en un lugar alegre, donde todos aprendieron a cuidar su entorno, gracias a la magia de un dragón y la unión de un grupo de niños que soñaban con un mundo mejor.

FIN.

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