El Dragón, el Caballero y el Mago Mismo
En un reino lejano, donde los bosques eran espesos y los ríos, cristalinos, vivían un dragón llamado Drakos, un caballero valiente llamado Sir Andrés y un mago muy especial llamado Magi. Drakos era un dragón de escamas brillantes y alas enormes que adoraba volar alto por los cielos. Por su parte, Sir Andrés era un caballero amable que siempre luchaba por lo justo y defendía a los más débiles. Magi era un mago ingenioso que, a menudo, se encontraba enredado en sus propios encantos.
Un día, el reino enfrentó un gran problema: un monstruo aterrador apareció en el bosque y comenzó a asustar a los aldeanos. Decididos a ayudar, Drakos, Sir Andrés y Magi se unieron para derrotar a la criatura y traer paz al reino.
Mientras se preparaban, Drakos dijo: "Yo puedo volar para ver dónde se esconde el monstruo. Seré los ojos de ustedes desde el cielo."
Sir Andrés sonrió y contestó: "Eres un gran amigo, Drakos. Pero también necesitamos un plan para enfrentarlo. ¿Qué idea tienes, Magi?"
El mago se rasgó la barba y, tras un momento de reflexión, contestó: "Podría crear un hechizo de invisibilidad para que podamos acercarnos sin ser vistos. Así sabremos cómo es el monstruo y qué podemos hacer."
Los tres amigos se pusieron en marcha. Drakos voló alto, mientras Magi preparaba su hechizo y Sir Andrés entrenaba su espada. Sin embargo, cuando Drakos encontró al monstruo, se dio cuenta de que no era una bestia feroz, sino un enorme oso que solo estaba asustado y perdido.
"¡Esperen!" -gritó Drakos al darse cuenta."¡No es un monstruo, es un oso!"
Sir Andrés se detuvo, sorprendido: "¿Un oso? ¡Pero está destrozando las cosas!"
"Es verdad, pero solo porque no sabe volver a su hogar. ¡No está tratando de hacernos daño!" -explicó Drakos.
Así que, juntos, decidieron ayudar al oso. Magi usó su magia para calmarlos. "Mi hechizo hará que el oso se sienta seguro y querido. Puede que solo necesite un poco de ayuda."
Mientras tanto, Sir Andrés habló con el oso: "Amigo oso, ¿por qué asustaste a la gente? Solo querías volver a casa, ¿verdad?"
El oso, con voz temblorosa, respondió: "Sí, pero me perdí y solo quiero volver a mi cueva."
Drakos tuvo una idea brillante. "¡Los tres podemos ayudarte! Seré tus alas y volaré contigo. Magi, usarás tu magia para guiarnos con el mapa. Y Sir Andrés nos dará valor."
Después de muchos esfuerzos y risas, lograron llevar al oso de regreso a su hogar. El reino celebró su valentía y trabajo en equipo. Todos aprendieron una lección valiosa: no siempre lo que parece un monstruo es malo, y a veces, solo se necesita un poco de ayuda y comprensión para resolver un problema.
La amistad entre el dragón, el caballero y el mago se fortaleció más que nunca, y desde ese día, todos en el reino supieron que la cooperación y la compasión eran las mejores armas contra el miedo. Y así, Drakos, Sir Andrés y Magi continuaron viviendo muchas más aventuras, siempre buscando resolver los problemas de su mundo juntos, con risas y valor.
FIN.