El dragón emocional


Había una vez en un valle encantado, un pequeño dragón llamado Pancho, quien estaba aprendiendo a controlar sus emociones. Un día, Pancho se enojó tanto que lanzó llamas por la boca sin querer, quemando un árbol cercano.

Asustado, decidió buscar ayuda. En su camino, conoció a la sabia tortuga Tita, quien le enseñó a respirar profundamente y a contar hasta diez cuando se sintiera enojado.

Luego, Pancho conoció al amable búho Lucas, quien le enseñó a expresar sus miedos y preocupaciones en lugar de esconderlos. Más tarde, el alegre conejo Ramón le mostró cómo canalizar su alegría a través del baile y la risa.

Con estos nuevos conocimientos, Pancho se sintió más en control de sus emociones, y el valle se llenó de armonía. Finalmente, Pancho entendió que las emociones son parte de él, y que aprender a aceptarlas y entenderlas era la clave para vivir en paz.

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