El dragón feliz



Había una vez un rey muy valiente que vivía en un hermoso castillo. Un día, el rey recibió la noticia de que un dragón gigante malvado estaba causando estragos en su reino.

El rey decidió enviar a su caballero más valiente, con armadura reluciente, para enfrentarse al dragón y proteger a sus súbditos. El caballero partió hacia la cueva donde se escondía el dragón.

Cuando llegó a la cueva, el caballero encontró a una princesa bruja que había sido capturada por el dragón. La princesa le explicó que ella también quería derrotar al dragón, pero necesitaba ayuda.

Juntos, el caballero y la princesa entraron en la cueva y descubrieron algo sorprendente: ¡había otro dragón! Pero este era pequeño y amable. El pequeño dragón les contó que no quería hacerle daño a nadie, solo quería ser feliz. El monstruo con tentáculos apareció de repente y comenzó a atacarlos.

Pero gracias al valor del caballero y los poderes mágicos de la princesa bruja, lograron derrotarlo. Con el monstruo derrotado, decidieron hablar con el dragón gigante malvado para encontrar una solución pacífica. Descubrieron que él solo actuaba así porque se sentía solo y triste.

La princesa bruja sugirió organizar un gran festival en honor del dragón gigante malvado para mostrarle cuánto lo apreciaban. Todos los habitantes del reino participaron en juegos divertidos y compartieron deliciosos banquetes.

El dragón gigante malvado se sintió amado y aceptado, y decidió cambiar su forma de actuar. Prometió proteger al reino en lugar de atacarlo. Desde ese día, el rey, el caballero, la princesa bruja, el pequeño dragón amable y el dragón gigante malvado vivieron en armonía en el castillo.

Aprendieron que con amor y comprensión se pueden superar las diferencias y lograr la paz. Y así fue como vivieron felices para siempre.

FIN.

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