El dragón rojo y la amistad del bosque



Había una vez en un bosque encantado, un majestuoso dragón de color rojo llamado Rubén. Rubén era un dragón amigable y cariñoso, pero tenía un problema: cada vez que se emocionaba o se asustaba, lanzaba fuego por la boca.

Esto asustaba a los demás habitantes del bosque y lo mantenía alejado de hacer amigos. Un día, Rubén conoció a una ardilla llamada Roció, quien no le tenía miedo.

- ¡Hola, amigo dragón! ¿Por qué siempre lanzas fuego por la boca? - preguntó curiosa Roció. - No lo sé, siempre ha sido así, no puedo controlarlo - respondió Rubén tristemente.

Roció decidió ayudar a Rubén a controlar su fuego, le enseñó técnicas de respiración y meditación, le contaba historias tranquilizadoras y le mostraba paisajes hermosos del bosque. Rubén, siguiendo los consejos de su nueva amiga, logró controlar su fuego, aprendió a canalizar su emoción y encontró el equilibrio en su interior.

Con el tiempo, Rubén se convirtió en el protector del bosque, usando su fuego solo para cuidar la naturaleza y a sus habitantes.

La amistad entre Rubén y Roció inspiró a los demás habitantes del bosque, quienes aprendieron a no juzgar por las apariencias y a brindar apoyo a quienes lo necesitaban. Desde entonces, el bosque vivió en armonía, y Rubén se convirtió en un símbolo de superación y amistad.

FIN.

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