El Dragón Turista



Había una vez, en el hermoso reino de Casa de Piedra, un dragón llamado Señor Yosuko. Este majestuoso dragón vivía en la localidad de Profundidad Misiones, donde los habitantes lo adoraban y lo consideraban su protector.

El Señor Yosuko era conocido por su gran bondad y sabiduría. Siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás y a enseñarles lecciones importantes.

Un día, decidió que quería promover el turismo en su amada localidad para que más personas pudieran apreciar su belleza y aprender sobre la historia del lugar.

El dragón convocó una reunión con todos los habitantes de Profundidad Misiones y les explicó su idea: "Queridos amigos, creo que es hora de mostrar al mundo todo lo maravilloso que tenemos aquí. Debemos invitar a turistas para que puedan disfrutar de nuestras montañas, ríos y bosques encantados".

Los habitantes se emocionaron con la propuesta del Señor Yosuko y comenzaron a trabajar juntos para preparar todo para recibir a los visitantes. Construyeron hermosas posadas, organizaron excursiones por las montañas e incluso crearon un festival anual donde se celebraba la cultura y tradiciones del lugar.

La noticia sobre el increíble reino de Casa de Piedra comenzó a correr rápidamente entre los viajeros. Pronto, llegaron personas de todas partes deseosas de conocer esta mágica localidad. Un día, mientras paseaba por las calles del pueblo, el Señor Yosuko encontró a un niño llamado Martín.

El niño estaba triste y el dragón se acercó a él para preguntarle qué le sucedía. "Hola, Martín ¿Qué te tiene tan triste hoy?" -preguntó el dragón con una sonrisa amable. Martín levantó la cabeza y miró al Señor Yosuko con asombro.

Nunca había visto un dragón tan de cerca, pero sintió que podía confiar en él.

"Señor Yosuko, mi familia no puede permitirse ir de vacaciones este año y estoy muy triste porque todos mis amigos se van a lugares maravillosos", respondió Martín con lágrimas en los ojos. El corazón del dragón se entristeció al ver la tristeza de Martín. Sabía lo importante que era para los niños disfrutar de unas merecidas vacaciones y decidió hacer algo especial por él.

El Señor Yosuko invitó a Martín a subir sobre su espalda y juntos volaron hacia las montañas más altas del reino.

Desde allí, pudieron apreciar la majestuosidad del paisaje: las cascadas cristalinas, los árboles frondosos y las flores multicolores que adornaban todo el lugar. Martín estaba maravillado por lo que veía y no podía dejar de sonreír.

El Señor Yosuko le explicaba cada detalle sobre la flora, fauna e historia del lugar, convirtiendo ese paseo en una increíble lección educativa. Al finalizar el día, regresaron al pueblo donde los habitantes recibieron a Martín con aplausos y felicitaciones. Todos estaban emocionados al ver cómo el Señor Yosuko había hecho feliz a un niño que no podía permitirse unas vacaciones.

A partir de ese día, Martín se convirtió en el embajador del reino de Casa de Piedra. Compartió con todos sus amigos y conocidos su increíble experiencia y animó a las personas a visitar este mágico lugar.

Gracias al esfuerzo del Señor Yosuko y la colaboración de los habitantes, Profundidad Misiones se convirtió en uno de los destinos turísticos más populares.

Las personas llegaban de todas partes para disfrutar de la belleza natural y aprender sobre la historia del lugar. Y así, gracias a la generosidad y sabiduría del dragón Señor Yosuko, Casa de Piedra floreció como nunca antes. La localidad se llenó de alegría, amistad y aprendizaje, convirtiéndose en un ejemplo para todo el reino. .

FIN.

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