El duende del bosque encantado



Nelly y Adolfo eran dos amigos aventureros que siempre estaban buscando nuevas emociones. Un día decidieron ir a acampar en medio del bosque, pero lo que no sabían era que esa noche sería muy especial.

Cuando llegaron al lugar, montaron su carpa y encendieron una fogata para calentarse. La noche estaba oscura y la lluvia comenzó a caer con fuerza. Los truenos resonaban en el cielo mientras los relámpagos iluminaban el oscuro paisaje.

Justo cuando pensaban que no podía ponerse más emocionante, escucharon un ruido extraño entre los árboles. Nelly se asustó un poco y le dijo a Adolfo:- ¡Escucha! ¿Qué fue eso? Adolfo trató de tranquilizarla:- No te preocupes, seguro es solo algún animal curioso.

Pero el ruido se hizo cada vez más fuerte y parecía acercarse cada vez más. Decidieron investigar qué era lo que estaba pasando. Con linternas en mano, caminaron hacia donde venían los ruidos.

Entre la oscuridad de la tormenta, vieron algo brillante entre los árboles. Se acercaron cautelosos y descubrieron que era una pequeña criatura atrapada en una red. - ¡Oh no! -exclamó Nelly-. Debemos ayudarla.

Sin pensarlo dos veces, Adolfo sacó su navaja multiusos e intentó cortar la red para liberar a la criatura. Pero justo cuando estaba por hacerlo, un rayo cayó cerca de ellos asustándolos aún más. La criatura, aterrada por los fuertes truenos y relámpagos, comenzó a llorar.

Nelly se acercó lentamente y le habló con ternura:- Tranquila, pequeña criatura. No te haremos daño, solo queremos ayudarte. La criatura miró a Nelly con sus grandes ojos asustados y dejó de llorar.

Adolfo logró liberarla de la red y, para su sorpresa, vieron que era un pequeño duende. El duende les sonrió en agradecimiento y les contó que se había perdido durante la tormenta. Había estado buscando refugio cuando quedó atrapado en la red.

Nelly y Adolfo decidieron llevar al duende de regreso a su hogar en el bosque encantado. Mientras caminaban juntos, el duende les enseñaba sobre las maravillas del bosque: las plantas medicinales, los animales mágicos y los secretos escondidos entre la naturaleza.

Al llegar al bosque encantado, el duende les mostró su hogar lleno de luces brillantes y colores vivos. Agradecido por su ayuda, el duende prometió ser amigo de Nelly y Adolfo para siempre.

Desde ese día en adelante, Nelly y Adolfo aprendieron a apreciar aún más la naturaleza y todas las criaturas que la habitan. Siempre recordaron esa noche tormentosa como una aventura especial que cambió sus vidas para mejor.

Y así fue como dos amigos descubrieron que incluso en medio de una tormenta pueden encontrar amistad e inspiración en lo desconocido.

FIN.

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