El duende en el espejo de la isla




Había una vez en una isla mágica, un duende travieso llamado Tito. Tito vivía en el bosque encantado, donde jugaba todo el día y hacía travesuras. Un día, Tito se encontró con un espejo mágico.

Al mirarse en él, vio reflejadas todas sus travesuras y tristezas. El espejo le dijo: "Tito, si quieres cambiar tu reflejo, debes llegar a la Montaña de la Sabiduría en el centro de la isla."

Sin dudarlo, Tito partió en busca de la Montaña de la Sabiduría. En su camino, conoció a una tortuga sabia llamada Donatella. "Hola, pequeño duende.

Si quieres alcanzar la Montaña de la Sabiduría, debes superar tres desafíos: la prueba del valor, la del conocimiento y la del amor propio", dijo Donatella. Tito asintió y se dispuso a enfrentar los desafíos. Durante la prueba del valor, Tito ayudó a un pajarito herido, enfrentando sus miedos para brindarle apoyo. En la prueba del conocimiento, Tito resolvió acertijos y aprendió nuevas habilidades.

En la prueba del amor propio, Tito se perdonó por sus travesuras pasadas y prometió ser mejor.

Al fin, Tito llegó a la cima de la Montaña de la Sabiduría, donde encontró un espejo similar al que había visto en el bosque. Al mirarse, vio reflejada una imagen diferente: un duende valiente, inteligente y amoroso. Regresó al bosque con una nueva actitud y se convirtió en un ejemplo para todos los duendes, inspirándolos a crecer y aprender.

Desde entonces, el espejo mágico permaneció en la Montaña de la Sabiduría, esperando a otros aventureros que busquen descubrir su mejor versión.

FIN.

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