El duende escurridizo
En un pequeño pueblo rodeado de verdes montañas, vivía un duende llamado Tito. Tito era diferente a los demás duendes, ya que no le gustaba hacer travesuras ni asustar a la gente.
En cambio, prefería observar la naturaleza, cuidar de los animales del bosque y ayudar a quienes lo necesitaban. Un día, el travieso duende Benito desafió a Tito a una carrera por el bosque.
"¡Nunca podrás ganarme, Tito! Eres demasiado lento y silencioso, eres un duende escurridizo", se burló Benito. Decidido a demostrar su valía, Tito aceptó el desafío. La noticia de la carrera se extendió por el pueblo y todos los habitantes se reunieron en el bosque para presenciarla.
La carrera comenzó y, para sorpresa de todos, Tito demostró ser ágil y veloz, esquivando troncos y saltando arroyos con destreza. A mitad de la carrera, Benito intentó hacer trampas, pero Tito, con astucia, logró sortearlas. Finalmente, cruzó la línea de meta en primer lugar.
La multitud estalló en aplausos y celebraciones. A partir de ese día, Tito se convirtió en un ejemplo para todos los duendes del pueblo, demostrando que la astucia y la nobleza siempre triunfan sobre la maldad.
Desde entonces, el bosque estuvo más unido que nunca, y Tito continuó cuidando de la naturaleza y ayudando a los demás, dejando una huella imborrable de bondad y valentía.
FIN.