El Duende Multicolor y los Niños Necesitados
En un pequeño pueblo llamado Alegría, vivía un duende muy especial llamado Pimpollito. Pimpollito era diferente a los demás duendes, ya que en lugar de tener un solo color, su piel cambiaba de color continuamente, reflejando sus emociones. Un día, Pimpollito decidió que quería ayudar a los niños más necesitados del pueblo, aquellos que no tenían suficiente para comer o para ir a la escuela.
Pimpollito se puso en marcha y con su mochila llena de sorpresas y regalos, recorrió las calles del pueblo en busca de aquellos que necesitaban una pizca de alegría en sus vidas. En su camino, conoció a Martina, una niña de ojos tristes que siempre estaba sola en el parque. -Hola, ¿cómo estás? -saludó Pimpollito con una sonrisa multicolor. -Hola, duendecito ¿por qué cambias de color? -preguntó Martina curiosa. -Cambio de color dependiendo de cómo me siento, y ahora mismo me siento feliz de conocerte, Martina -respondió Pimpollito con amabilidad.
Pimpollito empezó a visitar a Martina regularmente, llevándole dulces, libros y juguetes que reunía con la ayuda de los habitantes del pueblo. Con el tiempo, Martina comenzó a sonreír más, se volvió más sociable y hasta empezó a ayudar a Pimpollito a repartir regalos a otros niños necesitados del pueblo.
Un día, mientras Pimpollito y Martina estaban repartiendo juguetes en el orfanato del pueblo, conocieron a Juanito, un niño travieso y juguetón que no tenía a nadie que cuidara de él. Pimpollito decidió que también quería ayudar a Juanito, así que juntos buscaron una familia dispuesta a adoptarlo. Después de mucho esfuerzo, encontraron a una familia amorosa que acogió a Juanito como a un miembro más de su hogar.
De esta manera, Pimpollito y Martina continuaron ayudando a los niños más necesitados del pueblo, sembrando alegría y esperanza en cada rincón. Pimpollito enseñó a los habitantes del pueblo sobre la importancia de la generosidad y el cariño, y juntos lograron transformar Alegría en un lugar lleno de amor y solidaridad.
Y así, el duende multicolor Pimpollito demostró que, con un poco de amor y generosidad, se pueden lograr grandes cambios en la comunidad, iluminando los corazones de quienes más lo necesitan.
FIN.