El duende saludable


Había una vez una mamá muy trabajadora llamada Martina. Todos los días, Martina se levantaba temprano para ir a su trabajo y pasaba muchas horas esforzándose para poder mantener a su familia.

A pesar de estar cansada, siempre tenía una sonrisa en el rostro y nunca se quejaba. Un día, después de terminar su jornada laboral, Martina decidió ir de compras al supermercado para abastecer la despensa de su hogar.

Aunque estaba agotada, sabía que era importante tener alimentos frescos y saludables para su familia. Martina caminó por los pasillos del supermercado con un carrito vacío. Al principio, todo parecía normal, pero pronto comenzó a notar algo extraño.

Las luces del lugar parpadeaban y las estanterías cambiaban de lugar misteriosamente. De repente, un pequeño duende apareció frente a ella. Era travieso y simpático, con una risa contagiosa.

"¡Hola Martina! Soy el Duende Travieso", dijo el duende mientras saltaba sobre uno de los productos en el carrito. Martina quedó sorprendida por la aparición del duende y no sabía cómo reaccionar. Sin embargo, decidió jugar junto a él. "¡Hola Duende Travieso! ¿Qué estás haciendo aquí?", preguntó Martina curiosa.

El duende sonrió ampliamente antes de responder:"He decidido ayudarte en tus compras hoy". Martina se emocionó ante la idea de tener compañía durante sus compras. Juntos recorrieron cada pasillo del supermercado mientras el duende hacía travesuras divertidas.

Cambiaba el orden de los productos en las estanterías, hacía que los carritos se movieran solos y hasta hacía cosquillas a Martina con sus pequeñas manos. A medida que avanzaban, el duende le enseñaba a Martina la importancia de elegir alimentos saludables y frescos para su familia.

Le mostró cómo leer las etiquetas nutricionales y cómo seleccionar frutas y verduras de buena calidad. Martina se dio cuenta de lo valioso que era tener alguien como el Duende Travieso a su lado.

No solo la ayudaba en sus compras, sino que también le recordaba lo importante que era cuidar de sí misma y de su familia. Finalmente, después de un rato divertido recorriendo el supermercado, llegaron al último pasillo.

El duende hizo una última travesura antes de desaparecer. "¡Gracias por jugar conmigo, Martina! Recuerda siempre sonreír y disfrutar cada momento", dijo el duende mientras se esfumaba en el aire.

Martina miró alrededor del supermercado sorprendida pero feliz por todo lo que había aprendido junto al Duende Travieso. Llenó su carrito con alimentos saludables y regresó a casa con una gran sonrisa en el rostro. Desde ese día, Martina nunca más fue a hacer compras sola.

Siempre llevaba consigo una sonrisa y esperanza en su corazón, sabiendo que incluso en los momentos más agotadores podía encontrar alegría y diversión. Y así fue como la historia del Duende Travieso inspiró a Martina a ser una mamá llena de energía positiva para toda su familia.

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