El Duende y el Misterio de los Renos Perdidos



Era una mágica mañana de Navidad y el pequeño duende llamado Pipo estaba muy emocionado. Se encontraba cómodamente instalado en la chimenea de la casa de la familia González, preparándose para repartir los regalos. Desde allí, podía ver cómo los niños, emocionados, esperaban la llegada de Santa y sus renos.

De repente, un sonido extraño proveniente del establo de los renos llamó su atención. Pipo frunció el ceño, incómodo, y decidió investigar. Sin pensarlo dos veces, saltó de la chimenea y salió corriendo hacia el exterior.

"¿Qué será eso?" - murmuró Pipo, mientras se acercaba a la puerta del establo.

Al abrirla, se encontró con una escena sorprendente: el establo estaba vacío y los renos habían desaparecido.

"¡No! ¡Los renos!" - exclamó el duende, con el corazón latiendo rápido.

"¿Dónde estarán? Debo avisar a Santa..."

Pipo miró alrededor y vio huellas en la nieve que parecían marcar un camino. Sin pensarlo, decidió seguir las huellas.

Mientras corría, se cruzó con la población de animales que vivían en el bosque.

"¡Hola, ardilla!" - saludó a una ardilla que estaba recolectando nueces. "¿Has visto a los renos?"

"No, Pipo, pero oí rumores de que fueron a buscar un regalo especial para Santa. Están cerca del gran árbol del bosque," - respondió la ardilla.

Pipo sintió una oleada de alivio y decidió continuar su búsqueda. No mucho después, se encontró con un grupo de pericos coloridos que jugaban en las ramas de un árbol.

"¡Bolas de colores, pericos!" - gritó. "¡Necesito su ayuda! Los renos se han perdido y cuentan con un regalo especial. ¿Lo han visto?"

"El reno Nariz Roja mencionó que iba a buscar la estrella mágica que se perdió cuando volaron hacia aquí. Dijo que la necesitan para que Santa pueda observar el camino," - dijo uno de los pericos.

Pipo sintió que su responsabilidad crecía. Sabía que, si no lograba encontrar a los renos y a la estrella, la Navidad de los niños podría arruinarse.

Continuó su camino y llegó a una loma elevada donde pudo ver el hermoso gran árbol del bosque iluminado por luces de colores. Sintió una mezcla de emoción y preocupación y decidió escalar un poco más.

Al llegar, encontró a todos los renos reunidos alrededor de una hermosa estrella dorada que brillaba intensamente.

"¡Renos!" - gritó Pipo al llegar. "¡Los estaba buscando! ¿Por qué no volvieron?"

"¡Pipo!" - respondió el reno más joven, que era el famoso Rodolfo. "Encontramos la estrella perdida y queríamos asegurarnos de que ella estuviera lista para esta noche. Sin ella, Santa no podrá encontrar la casa de los niños."

Pipo se sintió aliviado, pero también un poco enojado.

"¡Podrían haberme avisado! Además, es muy arriesgado estar aquí solos.

FIN.

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