El Duende y los Dragones Salvadores
Había una vez, en un lugar muy lejano, una tierra mágica llamada —"Alfalandia" . Esta tierra estaba custodiada por dos dragones gigantes y sabios: Dragón Rojo y Dragón Verde.
Los habitantes de Alfalandia eran criaturas mágicas como hadas, duendes y unicornios. Pero lo que hacía especial a esta tierra era que todo podía hablar: los árboles, las flores, las piedras e incluso el viento.
Un día, un pequeño duende llamado Tito decidió aventurarse más allá del bosque donde vivía para explorar la Tierra de los Gigantes. A pesar de que sus amigos le advertían sobre los peligros que podría encontrar en su camino, Tito no tenía miedo.
Caminando por el bosque oscuro y lleno de sombras, Tito se topó con un enorme río. Al intentar cruzarlo se resbaló y cayó al agua. Con todas sus fuerzas luchaba contra la corriente pero parecía imposible salir del río.
Justo cuando creyó que todo estaba perdido apareció Dragón Rojo volando hacia él. "¿Necesitas ayuda?", preguntó el dragón mientras extendía su garra hacia Tito. "¡Sí! Por favor ayúdame", respondió el duende emocionado. Dragón Rojo lo levantó con cuidado y lo llevó hasta la orilla del río.
Después de asegurarse de que Tito estaba bien le preguntó qué hacía tan lejos del bosque donde vivía. "Quería explorar más allá del bosque", respondió Tito. "Eso es muy peligroso. Debes tener cuidado en esta tierra", le advirtió Dragón Rojo.
Tito agradeció al dragón por salvarlo y prometió ser más cuidadoso en el futuro. A pesar de que había tenido un gran susto, Tito no perdió su espíritu aventurero y decidió seguir explorando la Tierra de los Gigantes.
Mientras caminaba por el campo abierto, se topó con una enorme montaña donde vivía un gigante malvado. El gigante era conocido por robar tesoros mágicos de las criaturas de Alfalandia.
Tito sabía que tenía que hacer algo para ayudar a sus amigos así que decidió enfrentarse al gigante él solo. Pero cuando llegó a la cueva del gigante, fue capturado inmediatamente. Justo cuando parecía que todo estaba perdido, apareció Dragón Verde volando hacia él.
"¿Necesitas ayuda?", preguntó el segundo dragón mientras extendía su garra hacia Tito. "Sí, por favor ayúdame", respondió Tito aliviado. Dragón Verde rescató a Tito y juntos planearon cómo recuperar los tesoros robados del gigante malvado.
Con astucia e ingenio lograron engañarlo y recuperar todos los objetos mágicos robados. Después de haber salvado la Tierra de Alfalandia, Tito aprendió una valiosa lección: siempre debemos ser valientes pero también debemos tener cuidado y pedir ayuda cuando lo necesitamos.
Y gracias a la ayuda de Dragones Rojo y Verde, Tito pudo explorar y disfrutar de la Tierra Mágica de Alfalandia por muchos años más.
FIN.