El dulce cambio de Ser



Había una vez un pequeño tarro de dulce de leche argentino llamado Ser. Era muy feliz en su estante en la tienda, rodeado de otros dulces y golosinas.

Un día, una niña llamada Ana lo eligió para llevarlo a casa. Ser estaba emocionado por conocer su nuevo hogar, pero cuando llegó allí, se dio cuenta de que algo andaba mal. Ana no guardó el tarro de dulce de leche en la alacena como debería haber hecho.

En cambio, lo dejó afuera en el sol caliente del verano. Ser comenzó a sentirse incómodo mientras la temperatura subía cada vez más. "¡Ayuda! ¡Estoy derritiéndome!", gritó Ser. Pero Ana no parecía notar lo que estaba sucediendo.

Fue solo cuando su mamá entró en la cocina y vio al pobre dulce de leche escarcha derretido y pegajoso que se dio cuenta del error.

"Oh no, ¿qué ha pasado aquí?", dijo la mamá preocupada mientras recogía el tarro y lo llevaba a la nevera para enfriarlo. Cuando finalmente sacaron a Ser del refrigerador, ya no era el mismo.

Había perdido su textura cremosa y ahora tenía grandes cristales formados por el azúcar que había empezado a cristalizar durante su exposición al calor. "¿Qué me pasó? ¿Por qué estoy así?", preguntó Ser con tristeza mientras miraba sus nuevas características.

La mamá respondió con cariño:"Ser querido, has experimentado un cambio debido a las condiciones extremas a las que te sometieron". Ser no sabía si eso era bueno o malo. Pero la mamá continuó:"Pero no te preocupes, todavía eres dulce de leche y sigues siendo argentino. Solo tienes una nueva textura que lo hace único".

Ser comenzó a sentirse mejor al escuchar las palabras amables de la mamá. Se dio cuenta de que su cambio lo hacía especial y diferente a los demás dulces de leche.

A partir de ese día, Ser se convirtió en un gran defensor del cuidado adecuado para los alimentos, especialmente para el dulce de leche argentino. Les enseñaba a todos los demás alimentos sobre cómo mantenerse frescos y saludables.

Y cuando alguien preguntaba por qué tenía esa apariencia diferente, Ser respondía con orgullo:"Soy un dulce de leche escarcha, ¡único en mi clase!".

Desde entonces, Ser ha inspirado a muchos otros alimentos a ser más cuidadosos con su almacenamiento y ha demostrado que incluso después de experimentar cambios inesperados, aún pueden encontrar su lugar en el mundo.

FIN.

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