El elefante mágico y la serpiente malvada


Había una vez un elefante mágico llamado Tronquito, que tenía unas orejas muy especiales.

En lugar de ser grandes y redondas como las orejas de los demás elefantes, sus orejas eran largas y puntiagudas, ¡parecían narices gigantes! Tronquito vivía en la selva junto a sus amigos animales: el mono Chispa, la jirafa Lila y el león Rugido. Todos ellos se divertían mucho jugando y explorando juntos.

Un día soleado, mientras Tronquito caminaba por la selva, escuchó un ruido extraño proveniente del río. Se acercó curioso para ver qué sucedía y descubrió a una tortuga atrapada entre unas rocas. "¡Ayuda! ¡No puedo salir!" -gritó la tortuga desesperada. Tronquito sabía que tenía que hacer algo para ayudarla.

Extendió sus largas orejas-narices hacia adelante y logró llegar hasta donde estaba la tortuga atrapada. Con mucho cuidado, las usó como una especie de garra para levantar las rocas lo suficiente como para liberarla.

La tortuga se sintió muy agradecida y le dijo a Tronquito: "Eres realmente especial con esas increíbles orejas-narices". Desde aquel momento, Tronquito decidió usar su don mágico para ayudar a los demás siempre que pudiera.

Ayudaba a los pájaros a construir nidos seguros con sus largas orejas-narices e incluso salvaba pequeños animalitos perdidos en el bosque gracias a su agudo sentido del olfato.

Un día, mientras Tronquito y sus amigos exploraban la selva, encontraron un grupo de elefantes que estaban tristes porque no podían alcanzar las frutas más deliciosas en lo alto de los árboles. "¡Qué pena! No podemos llegar a esas frutas tan ricas", se lamentó uno de ellos. Tronquito sabía que podía ayudar.

Extendió sus orejas-narices hacia arriba como una escalera y permitió que los elefantes subieran para reagarrar las frutas. Todos estaban muy felices y agradecidos con Tronquito por su ayuda. La noticia sobre el elefante mágico con orejas-narices se extendió rápidamente por toda la selva.

Los animales acudían a él en busca de ayuda y consejos. Tronquito se convirtió en un verdadero héroe para todos. Pero un día, llegó una serpiente malvada llamada Siseo al bosque.

Era conocida por su veneno mortal y tenía la intención de hacerle daño a todos los animales inocentes. Siseo decidió atacar primero a Tronquito, ya que era el más poderoso y valiente del lugar. Se acercó sigilosamente mientras el elefante mágico descansaba junto al río.

Sin embargo, Tronquito estaba alerta gracias a su agudo sentido del olfato. Cuando sintió el olor venenoso de Siseo, supo que algo malo iba a ocurrir. Rápidamente usó sus largas orejas-narices para atrapar a la serpiente antes de que pudiera atacarlo.

"¡No podrás hacernos daño, serpiente malvada!" -gritó Tronquito. Con su valentía y su don mágico, Tronquito logró derrotar a Siseo y salvar a todos los animales del bosque.

Desde ese día, se convirtió en el protector de la selva y todos lo admiraban por su coraje y amabilidad. Tronquito demostró que no importa cómo seamos diferentes, siempre podemos usar nuestras habilidades especiales para hacer el bien y ayudar a los demás.

Y así, vivieron felices para siempre en la selva llena de aventuras y magia. .

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