El Elefante Volador y el Tucán Aventurero
En la calidez de la selva, vivía un elefante llamado Eli y su mejor amigo, un tucán llamado Tico. Eli siempre había admirado cómo Tico podía volar, zambulléndose entre las ramas y jugando con las nubes. Un día, mientras Tico volaba alto, Eli se sintió un poco triste.
"¿Por qué no puedo volar como vos, Tico?", preguntó Eli con su voz profunda.
"¡Pero Eli! No necesitas volar para ser mi amigo. Hay muchas cosas divertidas que podemos hacer juntos en el suelo", respondió Tico, dando vueltas en el aire.
Sin embargo, Eli estaba decidido a encontrar una forma de volar. Recordó historias de antiguos elefantes que, al caer en un río, se dejaban llevar y chapoteaban en el aire. Así que decidió inventar algo.
Eli comenzó a recolectar hojas grandes, ramas y flores coloridas.
"¡Voy a hacer un planeador!", exclamó decidido. Tico lo observaba emocionado.
Día tras día, Eli trabajó duro. Unió las hojas con lianas y creó un enorme planeador. Finalmente, llegó el día de la gran prueba.
"¡Mirá, Tico! ¡Estoy listo para volar!", dijo Eli con una gran sonrisa.
"¡Esto se va a poner emocionante!", respondió Tico, volando en círculos alrededor de su amigo.
Eli subió a su planeador con la ayuda de Tico. Después de un pequeño empujón por una colina, comenzó a deslizarse hacia adelante.
"¡Lo logré! ¡Estoy volando!", gritó Eli, pero justo en ese momento, una ráfaga de viento desvió el planeador, haciéndolo girar en círculos.
"¡Agarra bien, Eli!", le gritó Tico, mientras él movía sus alas. Pero Eli, asustado, perdió el control y cayó... ¡en un charco!"¡Uff!", suspiró Eli mientras salía completamente empapado.
"No te preocupes, amigo. ¡Volvamos a intentarlo!
FIN.