El embrujo de la amistad


Había una vez un colegio llamado "La Alegría", que era conocido por sus hermosos jardines y su ambiente acogedor. Sin embargo, había un rumor que circulaba entre los estudiantes: el colegio estaba embrujado.

Un día, llegó al colegio una niña llamada Sofía. Era nueva en la ciudad y no sabía nada sobre el supuesto embrujo del colegio. Al principio, todo parecía normal para ella. Los profesores eran amables y los compañeros de clase parecían simpáticos.

Pero a medida que pasaban los días, Sofía comenzó a notar cosas extrañas. Las puertas se cerraban solas, las luces parpadeaban y podía escuchar risas misteriosas en los pasillos cuando nadie más estaba cerca.

Un día, mientras exploraba el patio durante el recreo, Sofía se encontró con un grupo de niños jugando al escondite. Decidió unirse a ellos y pronto se hizo amiga de Lucas, Martina y Tomás. "¿Has oído hablar del embrujo del colegio?", preguntó Martina curiosa.

"Sí, pero no sé si creerlo", respondió Sofía. "Bueno, te contaré lo que sé", dijo Lucas intrigado-. Se dice que hace muchos años había una niña llamada Carolina que estudiaba aquí.

Era muy tímida e introvertida debido a su dificultad para hacer amigos. "Pobre Carolina", suspiró Sofía. "Sí", continuó Lucas-. Un día desapareció misteriosamente del colegio sin dejar rastro alguno. Desde entonces, dicen que su espíritu vaga por los pasillos, buscando amigos.

"Pero eso suena triste", dijo Sofía preocupada. "Sí, lo es", respondió Martina-. Pero también se dice que si logras hacerle frente a tus miedos y ser amable con ella, el embrujo desaparecerá y el colegio volverá a ser normal.

Sofía pensó en lo que le habían contado sus nuevos amigos. A pesar de tener miedo, decidió enfrentar al supuesto espíritu de Carolina. Una tarde, después de clases, se armó de valor y fue hacia los pasillos oscuros del colegio.

De repente, escuchó un ruido detrás de ella. Se dio la vuelta rápidamente y vio una sombra acercándose. Era Carolina. "¿Quién eres?", preguntó Sofía temblando. Carolina no respondió pero parecía triste y solitaria.

Sofía recordó las palabras de Lucas: "Si logras hacerle frente a tus miedos y ser amable con ella". Entonces decidió tomar una decisión valiente. "Hola Carolina", dijo Sofía con voz temblorosa-, soy nueva en el colegio y me gustaría conocerte mejor.

Carolina pareció sorprendida por la amabilidad de Sofía. Comenzaron a hablar y poco a poco se fueron haciendo amigas. A medida que pasaban los días, las cosas extrañas dejaron de ocurrir en el colegio.

Las puertas ya no se cerraban solas ni se escuchaban risas misteriosas en los pasillos vacíos. El supuesto embrujo había desaparecido gracias a la valentía y bondad de Sofía. El colegio "La Alegría" volvió a ser un lugar lleno de risas y alegría.

Sofía se convirtió en una heroína para todos los estudiantes y Carolina encontró la amistad que tanto había anhelado.

Desde entonces, el colegio fue conocido como "La Alegría sin embrujo", recordando que no hay nada más poderoso que enfrentar nuestros miedos y ser amables con los demás. Y así, todos vivieron felices y sin temor al supuesto embrujo del colegio.

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