El Encanto del Amor
Había una vez en un bosque encantado, un hada llamada Celeste que era la guardiana de todas las criaturas que habitaban allí. Celeste era conocida por su gran corazón y su amor incondicional hacia todos los seres vivos.
Un día, mientras paseaba por el bosque, encontró a un pequeño zorrito herido. El zorrito se llamaba Pancho y tenía una pata lastimada.
Sin dudarlo, Celeste se acercó a él y le dijo con dulzura:- ¡Hola Pancho! ¿Qué te ha pasado? Pancho miró a Celeste con miedo y tristeza, pero al ver la amabilidad en sus ojos, decidió confiar en ella y le contó lo que le había sucedido.
- Estaba jugando cerca del río y resbalé, lastimándome la pata. Ahora no puedo caminar bien. Celeste acarició a Pancho con ternura y le dijo:- No te preocupes, querido Pancho. Yo me encargaré de curarte. Con un poco de amor y paciencia, sanarás pronto.
Celeste cuidó de Pancho día y noche, curando su herida con cuidado y brindándole todo su cariño. Con el tiempo, Pancho sanó por completo y pudo volver a correr y saltar como antes.
Pancho estaba muy agradecido con Celeste por haberle ayudado en su momento de necesidad. Quería hacer algo especial para demostrarle cuánto significaba para él. Entonces, decidió organizar una fiesta sorpresa en honor a Celeste.
Reunió a todos los animales del bosque: conejos, pájaros, mariposas e incluso algunos duendes traviesos que vivían cerca. Decoraron el claro del bosque con flores coloridas y prepararon deliciosas comidas para compartir.
Cuando llegó el momento de la fiesta sorpresa, Pancho condujo a Celeste hasta el claro del bosque vendándole los ojos para mantener la sorpresa hasta el final. Al quitarle la venda de los ojos, Celeste vio toda la belleza frente a ella: animales felices cantando canciones de alegría en su honor.
Celeste sintió tanta emoción que lágrimas de felicidad brotaron de sus ojos brillantes como estrellas. Se acercó a Pancho visiblemente emocionada y le dijo:- ¡Oh Pancho! ¡Nunca olvidaré este gesto tan hermoso! Gracias por recordarme lo poderoso que es el amor cuando se comparte con generosidad.
Desde ese día en adelante, todos los habitantes del bosque aprendieron la importancia de ayudarse mutuamente con amor incondicional como lo hizo Celeste con Pancho.
Y así fue como el bosque encantado se convirtió en un lugar donde reinaba la armonía gracias al poder transformador del amor verdadero.
FIN.