El encuentro de Leoncio Dorado y Caballo Negro
En el zoológico amable, Leoncio Dorado, el simpático león de melena dorada, se paseaba tranquilamente entre los visitantes, saludando a todos con entusiasmo.
Mientras tanto, en el zoológico descortés, Caballo Negro galopaba de un lado a otro, pateando el suelo y chasqueando la lengua, asustando a los presentes. Un día, por cosas del destino, ambos zoológicos se conectaron, y Leoncio Dorado y Caballo Negro se encontraron cara a cara. Al principio, el encuentro fue tenso.
- ¿Qué hace un león como vos en un lugar tan aburrido? - preguntó Caballo Negro con desdén. - Vine a conocer nuevos amigos y a compartir mi alegría - respondió Leoncio Dorado con amabilidad.
Poco a poco, a través del diálogo, lograron entenderse y comprender las diferencias entre ambos zoológicos. Leoncio Dorado le enseñó a Caballo Negro la importancia de la amabilidad y el respeto, mientras que Caballo Negro le mostró a Leoncio Dorado la importancia de marcar límites y expresar sus opiniones.
Juntos, organizaron un evento para que los animales de ambos zoológicos pudieran compartir y dialogar, promoviendo la amistad y el entendimiento entre todos.
Con el tiempo, ambos zoológicos se transformaron en lugares amables y respetuosos, donde todos los animales podían convivir en armonía y aprender unos de otros.
FIN.