El Encuentro de los Cuatro Amigos



En un hermoso valle rodeado de montañas y ríos, cuatro hombres de distintas culturas se encontraron durante un festival. Eran Túpac (quechua), Yara (guaraní), Inti (aymara) y Kusi (uru chipaya). Ellos decidieron hacer una fogata y compartir historias sobre sus culturas.

"¡Hola, amigos! Soy Túpac, de la tierra de los quechuas. En mi comunidad, les encanta bailar al ritmo de la música de los charangos. ¿Y ustedes?"

"¡Hola, Túpac! Soy Yara, de la cultura guaraní. A nosotros nos gusta mucho el mbopi, una danza que celebre la cosecha de la mandioca. A veces, nos unimos para cantarla junto a un delicioso plato de vori vori", respondió con entusiasmo.

"¡Qué rico!", exclamó Inti, con una sonrisa que brillaba como el sol. "En mi gente aymara, tenemos la danza del tinku que representa la lucha y unión de nuestros pueblos. Además, nos encanta preparar la famosa sajta de pollo."

"Eso suena espectacular, Inti!", dijo Kusi, emocionado. "En mi comunidad uru-chipaya, construimos nuestras casas sobre el agua en el lago Poopó. Nuestra cultura se refleja en nuestros tejidos de colores vibrantes y en las fiestas que celebramos, como la Fiesta de la Cruz. También nos gusta preparar un platillo de trucha exquisito."

Con cada palabra, los hombres se sentían más conectados y empezaron a hacer música juntos. Túpac tomó su charango y empezó a tocar una melodía alegre.

"Esta es nuestra música", dijo mientras sonaba el instrumento.

"¡Maravilloso!", exclamó Yara. "Ahora voy a mostrarles mi danza. ¡Adelante, acompáñenme!", invitó mientras comenzaba a moverse al ritmo de la melodía.

Todos siguieron su ritmo con movimientos alegres. En un momento, los hombres decidieron que cada uno compartiría un valor importante de su cultura.

"En mi cultura quechua, valoramos la conexión con la tierra", explicó Túpac. "Cada cosecha es una celebración de nuestro agradecimiento a la Pachamama."

"En la cultura guaraní, valoramos la amistad y la comunidad. Cada vez que cosechamos, lo haremos juntos y compartimos nuestros alimentos", agregó Yara.

"Para nosotros los aymara, la sabiduría de los ancestros es fundamental. Aprendemos de ellos y llevamos sus enseñanzas a nuestra vida diaria", dijo Inti, con seriedad.

"Y en nuestra cultura uru-chipaya, la unión familiar y el respeto por el agua son tres pilares fundamentales. Sin agua, no hay vida...", susurró Kusi.

De repente, un viento fuerte pasó por el valle y apagó la fogata. Los cuatro amigos, sorprendidos, se miraron entre sí. Sin embargo, no se dieron por vencidos. Acordaron que seguirían contando historias al aire, de pie, formando un círculo.

"Es un buen momento para recordar lo valioso que es nuestro encuentro y cómo juntos somos más fuertes!", dijo Túpac.

Sin la fogata, comenzaron a contar anécdotas divertidas de sus costumbres, como el día en que Kusi casi se cae al lago mientras trataba de pescar.

"¡Nunca olvidaré eso, Kusi!", rió Yara.

"O el día en que Yara hizo vori vori sin sal y todos nos miramos asombrados", añadió Inti, haciendo reír a todos.

Así pasaron la noche, rememorando historias, aprendiendo y riendo juntos. Cuando la luna brillaba en su esplendor, comenzaron a darse cuenta de que no importaba de dónde venían, porque en ese momento estaban creando su propia tradición juntos.

"Vamos a continuar esta fogata en nuestros corazones, siempre", propuso Kusi con una mirada esperanzadora.

Los cuatro hombres se dieron la mano, prometiendo volver a encontrarse y aprender el uno del otro. Desde ese día, mantenían viva la amistad y el respeto por sus culturas.

Y así, aunque el viento había apagado una fogata, encendió la gran hoguera de la amistad entre el quechua, guaraní, aymara y uru-chipaya, recordándoles que juntos formaban un mundo más rico y diverso.

Lejos de sus casas, pero más cerca que nunca, los cuatro amigos fueron ejemplo de colaboración, del valor de la diversidad, y decidieron celebrar el Festival de las Culturas, donde cada año disfrutarían de lo mejor de cada una de ellas, compartiendo risas, música y mucho cariño.

Y colorín colorado, ¡este cuento se ha acabado!

FIN.

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