El Encuentro en el Parque
Había una vez en un hermoso parque, dos amigos llamados Lucas y Martín, que disfrutaban de un soleado día de paseo. Mientras caminaban, divisaron a una niña solitaria en una esquina. —¡Hola! ¿Cómo estás? , gritó Lucas.
La niña, llamada Mía, no respondió. Martín, intrigado, se acercó y le hizo señas, pero Mía seguía sin reaccionar. María, que pasaba por allí, notó la situación y, conmovida, se acercó a Mía y le saludó en lenguaje de señas.
Los ojos de Mía se iluminaron con alegría al ser comprendida. María, Lucas y Martín se unieron a Mía y juntos jugaron y se divirtieron en el parque. Descubrieron que Mía tenía problemas de audición y por eso no contestaba a las voces.
Desde ese día, se volvieron grandes amigos y aprendieron a comunicarse con lenguaje de señas. A partir de entonces, el parque se llenó de risas y juegos, demostrando que la amistad no conoce barreras.
La solidaridad y el entendimiento habían creado un lazo indestructible entre ellos.
FIN.