El encuentro mágico de Mateo


Era un día soleado en el edificio de departamentos donde vivía Mateo, un niño curioso y lleno de energía. Había quedado de encontrarse con su amiga Sofía para ir juntos al parque a jugar.

Pero al llegar al departamento de Sofía, se dio cuenta de que la puerta estaba cerrada y nadie respondía. Mateo revisó el número del departamento en su libreta y en la puerta para asegurarse de que fuera el correcto.

Sí, era el número 304, justo como lo había anotado. Golpeó la puerta con fuerza, pero seguía sin obtener respuesta. "¿Sofi? ¡Sofi, soy yo, Mateo! ¿Estás ahí?" -gritaba Mateo preocupado.

Pasaron unos minutos que parecían eternos para Mateo, hasta que finalmente escuchó pasos acercándose a la puerta. Al abrirse, apareció una señora mayor con una sonrisa amable en el rostro. "¡Hola jovencito! ¿En qué puedo ayudarte?" -dijo la señora.

Mateo explicó que estaba buscando a su amiga Sofía y que habían quedado de encontrarse en ese departamento para ir juntos al parque. La señora recordó entonces que Sofía se había ido temprano esa mañana de viaje con sus padres y que no estaría disponible ese día.

"Ohh nooo" exclamó Mateo decepcionado"Pensé que nos íbamos a divertir juntos hoy". La señora entendió la situación y decidió invitar a Mateo a pasar un rato en su departamento mientras esperaba a sus padres.

Tenía muchas plantas hermosas y libros interesantes por todos lados. Comenzaron a charlar sobre las aventuras pasadas de la señora cuando era joven y cómo le gustaba explorar nuevos lugares.

"¿Sabías que fui piloto de avión durante muchos años? Viajé por todo el mundo", contaba emocionada la señora. Mateo escuchaba atentamente cada palabra con los ojos brillantes. Se dio cuenta de lo mucho que podía aprender hablando con personas mayores y experimentadas como ella.

Cuando los padres de Mateo llegaron finalmente a reagarrarlo, él se despidió muy contento y agradecido con la señora por haberle hecho pasar una tarde tan especial. Desde ese día, Mateo aprendió que siempre hay algo nuevo por descubrir en cada persona que conocemos, independientemente de nuestra edad o circunstancias.

Y así siguió creciendo rodeado de historias inspiradoras y lecciones valiosas para toda su vida.

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