El encuentro mágico de Steeven



Steeven era un chico de 13 años muy tímido y reservado. Pasaba la mayor parte del tiempo solo, jugando videojuegos en su habitación o leyendo sus libros favoritos.

No tenía muchos amigos en el colegio y se sentía un poco triste por eso. Un día, mientras Steeven caminaba por el parque, vio a otro niño de su edad que parecía estar tan solo como él.

El niño se llamaba Fabrizio y tenía una sonrisa amigable en su rostro. Sin pensarlo dos veces, Steeven se acercó a él. -Hola, ¿eres nuevo aquí? -preguntó Steeven tímidamente. Fabrizio lo miró con curiosidad y respondió: -No exactamente, pero no tengo muchos amigos aquí. Me alegra conocerte.

Desde ese día, Steeven y Fabrizio se volvieron inseparables. Juntos exploraban el parque, jugaban al fútbol e incluso construían fuertes secretos en el bosque cercano a sus casas.

A medida que pasaba el tiempo, Steeven comenzó a sentirse más cómodo socializando gracias a la amistad de Fabrizio. Un día caluroso de verano, los chicos decidieron ir al río para nadar y refrescarse.

Al llegar allí, notaron que había algo inusual: un grupo de niños mayores estaba molestando a un niño pequeño llamado Lucas. Steeven sintió compasión por Lucas y decidió intervenir para ayudarlo. Se acercó al grupo de niños mayores con determinación en su mirada. -¡Hey! Dejen tranquilo a Lucas ahora mismo -dijo Steeven con valentía.

Los niños mayores se rieron y uno de ellos dijo: -¿Qué vas a hacer tú, enano? Steeven no se dejó intimidar y respondió: -No importa mi tamaño, lo que importa es hacer lo correcto. Dejen de molestarlo o llamaré a un adulto.

El líder del grupo de chicos mayores frunció el ceño y finalmente decidió irse con sus amigos. Steeven ayudó a Lucas a levantarse y le preguntó si estaba bien. -Gracias por defenderme, Steeven.

Eres muy valiente -dijo Lucas con una sonrisa tímida. A partir de ese día, Lucas también se convirtió en amigo de Steeven y Fabrizio. Los tres pasaban mucho tiempo juntos, compartiendo risas y aventuras.

La amistad entre los tres chicos creció cada vez más fuerte. Juntos aprendieron la importancia de ser amables con los demás, defender a quienes necesitan ayuda y valorar la diversidad en las personas.

Con el tiempo, otros niños comenzaron a notar la amistad especial que tenían Steeven, Fabrizio y Lucas. Pronto, más niños se unieron al grupo y todos encontraron un lugar donde pertenecer. Steeven ya no era el niño solitario que solía ser.

Había descubierto el poder de la amistad verdadera y cómo podía cambiar su vida para mejor. Ahora tenía muchos amigos con quienes compartir momentos felices e inolvidables. Desde aquel momento en el parque hasta ahora, Steeven siempre recordará cómo su vida cambió gracias a su valentía para acercarse a Fabrizio aquel día.

Y juntos seguirán viviendo aventuras, aprendiendo y creciendo en esta hermosa amistad que los hizo inseparables.

FIN.

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