El engaño de Lucas
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Espanto, un niño llamado Lucas. Lucas era un chico curioso y valiente que siempre buscaba aventuras. Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un joven llamado Lucas, quien le prometió un día lleno de diversión y emoción. Lucas, emocionado, aceptó la invitación sin imaginar lo que le esperaba.
-'Hola, Lucas', saludó el joven Lucas con una sonrisa extraña y misteriosa.
-'¡Hola! ¿Qué vamos a hacer hoy?' preguntó el entusiasmado Lucas.
-'Vamos a jugar a un juego muy especial', respondió el joven Lucas con una mirada siniestra.
Sin que Lucas lo supiera, el joven Lucas estaba planeando darle de diversión a su acompañante muy particular: Slenderman, una criatura terrorífica y misteriosa.
Mientras caminaban por el bosque, Lucas comenzó a sentirse incómodo. El joven Lucas lo llevaba cada vez más adentro, lejos de su hogar y de la seguridad del pueblo. De repente, Lucas se encontró rodeado de un silencio perturbador. El joven Lucas se detuvo y señaló hacia un antiguo árbol retorcido.
-'Aquí es donde comienza la diversión', susurró el joven Lucas con malicia.
-'¿Qué juego vamos a jugar?' preguntó Lucas, notando que algo no estaba bien.
-'Te vas a convertir en el próximo desafío para mi amigo Slenderman', dijo el joven Lucas con una sonrisa diabólica.
Lucas sintió un escalofrío recorrer su espalda. Antes de que pudiera reaccionar, el joven Lucas desapareció en la oscuridad del bosque dejando a Lucas solo y a merced de Slenderman.
Mientras tanto, en el pueblo, los amigos de Lucas, preocupados por su desaparición, organizaron una búsqueda. Sin embargo, conforme caía la noche, la esperanza de encontrar a Lucas empezaba a desvanecerse. De repente, un rayo de luz iluminó el bosque y un grupo de amigos encontró a Lucas temblando de miedo.
-'¡Lucas! ¡Estás a salvo!' exclamaron al unísono sus amigos.
-'Fue terrible, el joven Lucas me engañó y me dejó solo en medio del bosque', relató Lucas entre sollozos.
Los amigos de Lucas, luego de tranquilizarlo, lo llevaron de vuelta al pueblo. Mientras tanto, el joven Lucas, convencido de su triunfo, se alejaba satisfecho del bosque, sin saber que Slenderman estaba observándolo desde las sombras, esperando el momento para cobrar su siguiente víctima. La lección que obtuvo Lucas, más allá del terror vivido, fue aprender a no confiar en extraños y a valorar la amistad y el apoyo de sus seres queridos.
FIN.