El engaño del lobo



Había una vez en el bosque un lobo llamado Lucas. Lucas era conocido por ser el animal más astuto y tramposo de todos.

Siempre estaba ideando planes para engañar a los demás animales y causar caos en el bosque. Un día, mientras Lucas paseaba por el bosque, se encontró con Ciro, un pequeño conejito muy inocente y amigable. Ciro no sabía de la mala fama de Lucas y decidió acercarse a él.

"Hola, ¿cómo te llamas?" -preguntó curioso Ciro. "Soy Lucas, el lobo más inteligente del bosque" -respondió orgulloso Lucas. Ciro quedó impresionado por las palabras de Lucas y comenzaron a pasar tiempo juntos.

A medida que pasaban los días, Lucas aprovechaba la ingenuidad de Ciro para contarle mentiras sobre los demás animales del bosque. "Sabes Ciro, ese pájaro tan bonito que ves ahí arriba es en realidad muy malvado. Te conviene mantener distancia" -decía Lucas señalando al ave que volaba cerca.

Ciro creía cada palabra que salía de la boca de su nuevo amigo y comenzó a alejarse de sus compañeros animales por miedo a lo que le había contado Lucas. El conejito se sentía solo y triste sin sus amigos.

Un día, mientras caminaba triste por el bosque, Ciro escuchó unos ruidos extraños provenientes del riachuelo cercano. Al acercarse vio cómo varios arbustos se movían frenéticamente. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia allí para ver qué estaba pasando.

A su sorpresa, encontró a todos los animales del bosque enredados en las ramas de los arbustos. Parecía que habían caído en una trampa y no podían liberarse. "¡Ayuda, Ciro! ¡No podemos salir de aquí!" -gritaban los animales desesperados.

Ciro recordó todas las mentiras que Lucas le había contado sobre esos animales y decidió ignorarlas. Se acercó a ellos y comenzó a ayudarlos uno por uno, desenredando con cuidado las ramas que los atrapaban.

Poco a poco, Ciro logró liberarlos a todos y el alivio se hizo presente en el bosque. Los animales estaban muy agradecidos con Ciro por salvarlos de esa situación tan peligrosa.

En ese momento, apareció Lucas corriendo hacia ellos tratando de disimular su culpabilidad. Pero ya era tarde, todos habían descubierto sus mentiras y engaños. "¡Lucas! ¿Cómo pudiste hacer esto? Nos has causado mucho daño" -reprochó el búho sabio del bosque. Lucas intentó disculparse pero nadie le creyó.

Su reputación como lobo astuto quedó completamente arruinada ante la comunidad animal. Desde ese día, Lucas aprendió una valiosa lección sobre la importancia de ser honesto y no utilizar la astucia para lastimar a los demás.

Por otro lado, Ciro se dio cuenta de lo importante que es confiar en sí mismo y no dejarse llevar por las palabras malintencionadas de otros.

El bosque volvió a estar lleno de alegría y amistad, y todos los animales aprendieron a valorar la importancia de la verdad y el trabajo en equipo. Y así, gracias a Ciro, el conejito valiente, el bosque volvió a ser un lugar maravilloso donde reinaba la paz y la armonía.

FIN.

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