El Enigma de Mikeltube
Era un día soleado en Cañete de las Torres, y Juan, un niño de 10 años de ojos claros, estaba jugando en el parque con su hermano Isaac. De repente, un revuelo en la plaza atrajo su atención: un grupo de chicos rodeaban a Mikeltube, el famoso youtuber. No podían creerlo.
"¡Mirá, Isaac! ¡Es Mikeltube!" - exclamó Juan con emoción.
Isaac, un poco más grande y siempre observador, asintió.
"Sí, parece que está en problemas. Vamos a ver qué pasa" - sugirió Isaac.
Se acercaron corriendo y, tras sortear a los demás chicos, se encontraron cara a cara con el youtuber.
"Hola, chicos" - dijo Mikeltube, con una sonrisa "¿Les gustaría ayudarme? Estoy tratando de resolver un enigma muy complicado".
Juan y Isaac se miraron con sorpresa y entusiasmo.
"¡Sí! ¿Qué necesitamos hacer?" - preguntó Juan.
Mikeltube explicó que había recibido un mensaje misterioso de un suscriptor que contenía pistas sobre un tesoro escondido en el pueblo, pero hasta ahora no había logrado descifrarlo.
"Las pistas son muy confusas y no puedo hacerlo solo" - confesó Mikeltube.
"¡Nosotros podemos ayudar! ¡Nos encanta resolver rompecabezas!" - exclamó Isaac.
Y así, juntos comenzaron a trabajar en el enigma. La primera pista los llevó al viejo puente del río, donde tendrían que encontrar una piedra con la inicial de un nombre. Al llegar, Juan se agachó y comenzó a buscar entre las piedras.
"¡Acá está!" - gritó Juan, sosteniendo una piedra que tenía la letra 'M' tallada.
"Bien, la inicial de Mikeltube. Ahora, ¿qué sigue?" - preguntó Isaac.
La segunda pista mencionaba un lugar donde el sol brilla más, lo que los llevó al mirador del pueblo. Una vez allí, miraron alrededor y vieron un viejo árbol con una marca en su tronco.
"¡Mirá, está justo ahí!" - señaló Juan.
Al acercarse, encontraron otro papel enrollado que contenía un acertijo: "Si me nombras, no existo, pero si me buscas, no me encuentras. ¿Quién soy?". Mikeltube frunció el ceño.
"Hmm... eso suena a... un secreto" - musitó.
"¡Es un secreto!" - dijo Isaac emocionado "Tal vez tengamos que ir a la biblioteca a investigar sobre secretos en la historia del pueblo".
Así que los tres se dirigieron a la biblioteca, donde el bibliotecario, un hombre amable con gafas, los ayudó a encontrar libros sobre leyendas locales. En uno de los libros, encontraron una historia que hablaba de un antiguo gnomo que ocultaba secretos en el bosque.
"¡Eso podría ser! Tal vez el tesoro está en el bosque" - sugirió Juan.
Con una nueva pista, el trio se aventuró al bosque cercano. Después de un rato de caminar, el paisaje cambió y se encontraron frente a un claro lleno de flores. En el centro había un viejo tronco de árbol que parecía tener algo escondido.
"Esto tiene que ser" - dijo Mikeltube, mirando a los hermanos con esperanza.
Juntos, comenzaron a hurgar entre las raíces y, para su sorpresa, encontraron un cofre de madera.
"No puede ser, ¡encontramos el tesoro!" - gritó Juan, mientras abría el cofre.
Dentro había un montón de herramientas de arte y tecnología para crear contenido.
"¡Guau! Esto es increíble" - dijo Mikeltube.
"Esto significa que podrás hacer nuevos videos, ¿verdad?" - preguntó Isaac.
"Exacto, y puedo regalar algunos a ustedes también como agradecimiento" - dijo Mikeltube sonriendo "Estos son para inspirar a otros a crear".
Los ojos de Juan y Isaac brillaron de emoción.
Al final del día, Mikeltube hizo un video agradeciendo a los hermanos, y juntos, decidieron que compartirían su experiencia con el resto del pueblo.
"Juntos, resolvimos un enigma y tuvimos una aventura inolvidable" - dijo Juan, mirando a su hermano y a su nuevo amigo.
Isaac sonrió y respondió:
"Sí, y aprendimos que trabajar en equipo siempre hace las cosas más divertidas".
Y así, los tres amigos se despidieron prometiendo mantener el contacto y vivir nuevas aventuras, porque a veces, los enigmas más emocionantes son aquellos que nos ayudan a unirnos y ser creativos.
A partir de ese día, Juan y Isaac se sintieron más inspirados que nunca para crear y explorar, siempre listos para la próxima aventura.
FIN.