El enigma del Carnaval resuelto


En una soleada mañana de febrero, Ángel, Lara y Érika se reunieron en el colegio Carmen Arévalo con un objetivo muy importante: encontrar los premios del Carnaval que habían sido robados la noche anterior.

Los tres amigos eran conocidos por su astucia e ingenio, así que estaban seguros de que podrían resolver este misterio. -¡Chicos, tenemos que encontrar los premios antes de que comience el desfile! -exclamó Ángel con determinación.

Lara asintió enérgicamente mientras Érika sacaba su libreta y lápiz para tomar notas. -Debemos comenzar buscando alguna pista en el lugar donde los premios fueron guardados -sugirió Lara pensativa. Los tres amigos se dirigieron al salón de usos múltiples, donde se encontraban las cajas con los valiosos premios.

Al llegar allí, notaron algo extraño: la cerradura había sido forzada y las cajas estaban vacías. -¡Alguien ha estado aquí! -exclamó Érika alarmada. Ángel observó detenidamente la cerradura rota y notó algo brillante entre los escombros.

-Chicos, ¡aquí hay una pista! Parece ser un pedazo de papel rasgado. Vamos a juntar todas las piezas y ver qué dice -dijo emocionado mientras recogía cuidadosamente cada fragmento.

Después de unos minutos armando el rompecabezas de papel, descubrieron un mensaje cifrado:"El tesoro está cerca del río, donde las flores siempre están en frío. Sigue las huellas hasta encontrar, los premios que quieres recuperar. "-¡Tenemos que ir al río! -exclamó Lara emocionada.

Los tres amigos se dirigieron rápidamente hacia el río, siguiendo las huellas dibujadas en el papel. Al llegar, notaron unas flores congeladas cerca de una pequeña cueva. -¡Aquí debe estar escondido el tesoro! -dijo Ángel con entusiasmo.

Con mucho cuidado, los amigos entraron a la cueva y encontraron una sala secreta llena de disfraces y máscaras coloridas. -¡Hemos encontrado los premios del Carnaval! -exclamó Érika emocionada. Justo en ese momento, escucharon un ruido detrás de ellos.

Era el ladrón de los premios, quien había sido descubierto por la policía gracias a una llamada anónima. -¡No escaparás esta vez! -gritó Lara valientemente mientras bloqueaba la salida. El ladrón intentó huir por otra dirección, pero Ángel fue más rápido y lo atrapó antes de que pudiera escapar.

La policía llegó poco después y arrestó al culpable. Gracias a la astucia y determinación de Ángel, Lara y Érika, los premios del Carnaval fueron recuperados a tiempo para el desfile.

Los tres amigos fueron aclamados como héroes en su colegio Carmen Arévalo y recibieron medallas especiales por su valentía y habilidad para resolver misterios. Desde ese día, Ángel, Lara y Érika se convirtieron en inseparables compañeros de aventuras. Juntos demostraron que con trabajo en equipo e ingenio, cualquier problema puede ser resuelto.

Y así, continuaron viviendo emocionantes y educativas aventuras en su querido colegio.

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