El Enigma del Mago
José estaba emocionado porque finalmente estaban a punto de salir de vacaciones con su familia. La maleta ya estaba lista y todos estaban listos para partir, cuando de repente, llamaron a la puerta.
José corrió a ver quién era y se encontró con un hombre vestido con túnicas brillantes y un sombrero puntiagudo. Era un mago. El mago, cuyo nombre era Merlin, les explicó que necesitaba la ayuda de José para salvar la tierra.
Resulta que un enigma había aparecido en un antiguo libro de hechizos, y solo un niño valiente y astuto como José podría resolverlo. José, asombrado por la visita del mago, aceptó ayudarlo sin dudarlo.
Aunque sus padres estaban un poco preocupados, confiaron en la valentía de su hijo. "¿En qué consiste el enigma, Merlin?", preguntó José con curiosidad. "El enigma es el siguiente: en lo más profundo del bosque encantado, se esconde el tesoro de la sabiduría.
Deberás buscar la flor dorada que solo florece una vez cada cien años, justo en el lugar donde el sol y la luna se encuentran al mismo tiempo. Esa flor contiene el conocimiento que permitirá proteger la tierra de una gran catástrofe", explicó Merlin.
José asintió con determinación y se dispuso a emprender la aventura. Con la ayuda de su padre, quien le dio un mapa del bosque, y su madre, que le preparó provisiones para el camino, José partió junto a Merlin hacia el bosque encantado.
Durante la travesía, enfrentaron desafíos emocionantes, como cruzar un río sobre un puente de lianas y vencer a un feroz dragón que custodiaba la entrada al claro donde crecía la preciada flor dorada.
Finalmente, después de superar todos los obstáculos, José divisó la mágica flor y corrió hacia ella. Justo en ese momento, el sol comenzó a descender y la luna a elevarse, iluminando la flor con una luz dorada. José la tomó con cuidado y regresó triunfante junto a Merlin.
El mago, emocionado y agradecido, utilizó el conocimiento de la flor dorada para conjurar un hechizo que protegería a la tierra de la catástrofe inminente. La misión había sido un éxito gracias a la valentía y determinación de José.
De regreso en casa, José, su padre y su madre celebraron la hazaña con una deliciosa cena y se desearon mutuamente un feliz comienzo de vacaciones.
Esa aventura enseñó a José que, a veces, las cosas más importantes surgen de situaciones inesperadas y que, con valentía y determinación, se pueden superar cualquier desafío.
FIN.