El Equipo Ambientalista del Potrero
Niño era un niño alegre y activo que vivía en un barrio humilde de la ciudad. Le encantaba jugar al fútbol con sus amigos, pero siempre lo hacían en una canchita pequeña y llena de obstáculos.
Un día, mientras caminaba por el barrio, vio un gran potrero vacío y sintió una enorme curiosidad por saber cómo sería jugar ahí. "¡Miren chicos! ¡Un potrero gigante! ¿Qué tal si jugamos aquí hoy?"- propuso Niño emocionado.
"¿Estás loco? Ese lugar es peligroso, está lleno de vidrios rotos y basura"- respondió su amigo Lucas preocupado. Pese a las advertencias, Niño estaba decidido a probar suerte en ese campo.
Así que reunió a todos sus amigos y juntos fueron hacia el potrero. Al llegar se dieron cuenta de que Lucas tenía razón: el lugar estaba lleno de vidrios rotos, latas oxidadas y basura acumulada. "No podemos jugar aquí chicos, es demasiado peligroso"- dijo Juanito preocupado.
Sin embargo, Niño no se dio por vencido tan fácilmente. Él sabía que podían hacer algo para solucionar ese problema. Así que decidió liderar la iniciativa:"Chicos, vamos a limpiar este lugar entre todos"- dijo determinado-.
"Si todos ponemos nuestro granito de arena podemos hacerlo". Y así fue como los niños comenzaron a recolectar la basura del potrero con bolsas y guantes protectores. Fue una tarea ardua y tediosa; pero poco a poco fueron logrando su objetivo.
Cuando terminaron, el lugar lucía totalmente diferente: limpio, despejado y listo para jugar. "¡Increíble! ¡Miren cómo quedó esto!"- exclamó Niño emocionado. Los chicos se pusieron a jugar al fútbol en ese campo durante horas.
Fue una experiencia única e inolvidable para todos ellos. Al final del día, cuando se despidieron, prometieron cuidar ese potrero como si fuera su propio hogar. A partir de ese día, los niños comenzaron a reunirse todas las tardes en el potrero para jugar juntos.
Y gracias al esfuerzo y compromiso de cada uno de ellos, lograron mantenerlo limpio y seguro por mucho tiempo.
Niño aprendió que con determinación y trabajo en equipo podía lograr grandes cosas; incluso transformar un lugar peligroso en un espacio divertido y seguro para todos. Y sus amigos aprendieron la importancia del cuidado del medio ambiente y la responsabilidad social.
Esa tarde fue el comienzo de una gran aventura para los niños del barrio; quienes descubrieron que cualquier reto era posible si trabajaban juntos hacia un mismo objetivo.
FIN.