El equipo de las sonrisas

En un hermoso barrio de Buenos Aires, un grupo de niños se reunía todos los días después de la escuela para jugar al fútbol en la plaza. Los padres los acompañaban y los alentaban desde la orilla de la cancha, pero con un acuerdo especial: no gritarían ni presionarían a los pequeños.

Los niños, llamados Toto, Sofi, Lucho, Javi y Sole, formaron un equipo llamado 'Las Sonrisas', porque su objetivo era disfrutar y divertirse mientras jugaban. Un día, llegó al barrio un niño nuevo llamado Juan, que soñaba con unirse al equipo, pero se sentía inseguro porque no sabía jugar tan bien como los demás.

Cuando Juan se acercó a la cancha, Toto, el capitán del equipo, lo invitó a unirse. Los demás niños lo recibieron con alegría y lo alentaron en todo momento. A pesar de cometer errores, Juan se esforzaba y trataba de mejorar con cada partido. Los padres, respetando su compromiso, los alentaban con aplausos y palabras de aliento, mostrándoles que lo importante era disfrutar y aprender juntos.

Con el tiempo, el equipo 'Las Sonrisas' se volvió muy unido, aprendiendo no solo a jugar al fútbol, sino también a trabajar en equipo, apoyarse mutuamente y mantener una actitud positiva en todo momento. Así, el barrio se llenó de risas y alegría cada tarde.

Un día, se enteraron de un torneo en el que podrían participar. Aunque al principio estaban nerviosos, recordaron su lema: disfrutar y divertirse. Durante el torneo, jugaron con entusiasmo, demostrando que el fútbol podía ser emocionante sin necesidad de gritos ni presión. Para su sorpresa, 'Las Sonrisas' ganaron el torneo, no solo por sus habilidades, sino por su espíritu positivo y su unión como equipo.

Los padres, orgullosos, los felicitaron con abrazos y aplausos, demostrando que el verdadero éxito no solo se encuentra en ganar, sino en el camino recorrido y los valores aprendidos en el proceso. Desde entonces, en la plaza del barrio resonaba el grito de '¡Vamos, Las Sonrisas!', acompañado de sonrisas y alegría, recordándoles que el fútbol, al igual que la vida, puede ser maravilloso cuando se vive con pasión, compañerismo y alegría.