El equipo de los campeones
Había una vez tres amigos llamados Franco, Ghibran y Gonzalo. Eran inseparables y su pasión era el fútbol. Todos los días después de la escuela se reunían en el parque para jugar.
Un día, mientras jugaban un partido emocionante, notaron a un niño llamado Juanito mirándolos desde lejos. Parecía triste y solitario, así que decidieron invitarlo a unirse a ellos. "¡Ey Juanito! ¿Quieres jugar con nosotros?"- exclamó Franco. Juanito sonrió tímidamente y asintió con entusiasmo.
Desde ese día, los cuatro amigos formaron un equipo imbatible. Ellos no solo disfrutaban del juego, sino que también aprendían valores importantes como la amistad, el trabajo en equipo y la empatía.
Siempre se apoyaban mutuamente dentro y fuera de la cancha. Un día, mientras caminaban hacia el parque para jugar su partido semanal, vieron a un grupo de niños mayores burlándose de uno más pequeño llamado Martincito. Los tres amigos no pudieron quedarse sin hacer nada.
"¡Vamos chicos! Debemos ayudar a Martincito"- dijo Ghibran decidido. Se acercaron al grupo mayor y les pidieron que dejaran en paz a Martincito. Aunque los intimidaba enfrentarse a esos niños mayores, sabían que era lo correcto.
Su valentía inspiró no solo a Martincito sino también al resto de sus compañeros de clase. A medida que pasaba el tiempo, el equipo formado por Franco, Ghibran, Gonzalo y Juanito comenzó a destacarse en cada torneo local al que se presentaban.
Su habilidad, disciplina y espíritu deportivo los hicieron ganar muchos partidos. Sin embargo, un día recibieron una noticia desalentadora: el padre de Gonzalo había perdido su trabajo y ya no podían permitirse pagar las inscripciones para los torneos.
El equipo se sintió triste y preocupado por su amigo. "No te preocupes Gonzalo, somos un equipo y te apoyaremos en todo momento"- dijo Franco con determinación. Los amigos se pusieron manos a la obra para encontrar una solución.
Organizaron una kermés en el parque para recaudar fondos y así poder cubrir los gastos de Gonzalo. Fue un éxito rotundo gracias al apoyo de toda la comunidad. Con el dinero obtenido, pudieron inscribirse en todos los torneos sin problemas.
Gracias a su talento y perseverancia, llegaron a la final del campeonato más importante de la ciudad. El partido final fue muy emocionante.
Los tres amigos jugaron como nunca antes lo habían hecho, dando lo mejor de sí mismos. A pesar de enfrentarse a un equipo muy fuerte, nunca perdieron la esperanza ni dejaron de luchar hasta el último minuto.
Cuando sonó el silbato final, Franco, Ghibran y Juanito corrieron hacia Gonzalo con alegría desbordante porque ¡habían ganado! Todos celebraron juntos mientras levantaban el trofeo con orgullo. Aquella victoria no solo les dio alegría personal sino que también sirvió como ejemplo para todos aquellos niños que soñaban con triunfar en algo importante en sus vidas.
Franco, Ghibran, Gonzalo y Juanito demostraron que el fútbol no solo se trata de ganar, sino también de aprender valores, superar obstáculos y ayudar a los demás.
Desde aquel día, el equipo formado por estos cuatro amigos se convirtió en una leyenda del fútbol local. Pero lo más importante es que su amistad perduró para siempre, recordándoles que juntos pueden lograr cualquier cosa.
Y así, Franco, Ghibran, Gonzalo y Juanito continuaron jugando al fútbol con pasión y alegría mientras inspiraban a otros niños a seguir sus sueños.
FIN.