El equipo de los gnomos limpios



Había una vez un pequeño gnomo llamado Gabriel que vivía en un hermoso bosque.

A Gabriel siempre le había preocupado el estado del bosque, ya que cada día veía más basura acumulándose en sus senderos y alrededor de los árboles. Un día, mientras caminaba por el bosque, Gabriel tuvo una brillante idea: formar un equipo con todos los gnomos del bosque para limpiarlo. Sabía que no podía hacerlo solo, pero si se unían todos podrían lograr grandes cosas.

Gabriel comenzó su misión buscando a otros gnomos dispuestos a ayudar. El primero en unirse fue Tomás, un gnomo muy fuerte y valiente.

Juntos decidieron poner carteles por todo el bosque invitando a los demás a sumarse a su equipo de limpieza. Pronto, otros gnomos como Martina, Lucas y Valentina se unieron emocionados por la idea de tener un bosque limpio y hermoso nuevamente.

Cada uno tenía habilidades diferentes: Martina era muy organizada, Lucas tenía una gran imaginación y Valentina era excelente para encontrar soluciones creativas. El equipo de limpieza estaba listo para empezar su labor.

Se reunieron en el corazón del bosque y Gabriel les explicó su plan: dividirían el trabajo en grupos pequeños para cubrir más terreno y así poder reagarrar toda la basura. El primer día de trabajo fue todo un éxito. Los gnomos recolectaron bolsas llenas de desperdicios plásticos, latas vacías y papeles tirados por descuido.

Estaban felices porque veían cómo poco a poco el bosque volvía a lucir su esplendor natural. Sin embargo, al día siguiente se encontraron con un gran desafío. Había una montaña de basura tan alta que parecía imposible de limpiar.

Los gnomos no se dieron por vencidos y decidieron usar su ingenio para solucionar el problema. Lucas tuvo la idea de construir una especie de rampa con troncos y ramas para poder subir hasta la cima de la montaña.

Valentina utilizó sus habilidades creativas y transformó algunas bolsas en grandes redes para atrapar los residuos sin que se escaparan. El equipo trabajó duro durante días, sacando toda la basura del bosque.

La gente del pueblo vecino comenzó a notar los cambios y algunos incluso se sumaron al equipo de limpieza. Juntos lograron hacer del bosque un lugar hermoso nuevamente. Cuando terminaron, Gabriel reunió a todos los gnomos en un gran banquete para celebrar su éxito.

Agradeció a cada uno por su esfuerzo y dedicación, recordándoles que cuando trabajan juntos pueden lograr cosas maravillosas. Desde ese día, el bosque se mantuvo limpio gracias al compromiso de todos los gnomos que formaban parte del equipo de limpieza.

Gabriel estaba orgulloso porque había demostrado que con trabajo en equipo y perseverancia podían cambiar el mundo, aunque sea un pedacito de él.

Y así fue como el pequeño gnomo Gabriel inspiró a todos los habitantes del bosque a cuidarlo y mantenerlo siempre limpio, recordándoles que cada pequeña acción puede marcar una gran diferencia cuando nos unimos por una causa común. Fin

FIN.

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