El equipo de Marco Ruben


En la ciudad de Rosario, todos los niños y niñas eran fanáticos del club de fútbol Rosario Central. Pero había un jugador en particular que era el favorito de todos, se llamaba Marco Ruben.

Un día, mientras jugaban en el parque, un grupo de amigos discutían sobre quién era su jugador favorito y uno de ellos dijo: "Para mí, Marco Ruben es el mejor jugador de la historia del club". Todos los demás estuvieron de acuerdo con él.

Pero entonces otro niño preguntó: "¿Qué hace que Marco Ruben sea tan especial?". - Bueno -respondió uno-, es muy bueno para hacer goles. De hecho, es el máximo goleador en la historia del equipo.

- Sí -dijo otro-, pero también es muy dedicado a su trabajo. Siempre trabaja duro para mejorar su juego. Los niños hablaron mucho más sobre las cualidades especiales de Marco Ruben y cómo lo hacía un gran jugador.

Y luego comenzaron a pensar en cómo podrían ser como él algún día. Uno dijo: "Creo que si trabajamos duro y nos enfocamos en nuestras habilidades, podemos ser grandes jugadores también".

Otro agregó: "Y si somos amables y respetuosos con nuestros compañeros y entrenadores, podemos ser buenos líderes como él". De repente, una idea brillante surgió entre ellos. Decidieron organizar un partido amistoso contra otro equipo local e invitar a Marco Ruben para que los viera jugar.

Cuando llegó el día del partido, los niños estaban nerviosos pero emocionados por mostrar sus habilidades al ídolo del equipo. Pero cuando llegó Marco Ruben al campo de juego, les dio una sorpresa aún mayor. - Hola chicos -dijo con una sonrisa-.

Escuché que estaban jugando un partido hoy, así que pensé en venir a verlos. Los niños se emocionaron mucho y comenzaron a jugar su mejor fútbol.

Y aunque no todos eran tan buenos como Marco Ruben, dieron lo mejor de sí mismos y se divirtieron mucho. Al final del partido, Marco Ruben les habló a los niños sobre la importancia de trabajar duro y tener una actitud positiva.

Les dijo que si seguían practicando y creyendo en ellos mismos, podrían lograr cualquier cosa que se propusieran. Los niños estaban muy inspirados por las palabras de Marco Ruben y prometieron seguir sus consejos.

Desde ese día en adelante, trabajaron duro para mejorar sus habilidades y ser líderes amables dentro y fuera del campo de juego. Y aunque ninguno de ellos llegó a ser el máximo goleador del club como Marco Ruben, siempre recordarán la lección importante que aprendieron: que con trabajo duro y dedicación pueden alcanzar sus sueños.

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